30 de diciembre de 2013

Te atraparé si caes.

A lo lejos se oía el ruido del mar, de gente divirtiéndose en la arena. Pero desde allí, parecía que el agua le había declarado la guerra a las rocas y éste trataba de vencerlo con débiles puñetazos en forma de olas. ¿Era posible que todos esos tonos de azul se concentraran en un mismo sitio? Y sin embargo, parecía todo tan claro y transparente.
Sus pies colgaban desde el acantilado en el que estaban sentados, de vez en cuando alguno empezaba a balancearlos, algo que era inevitable por el vacío que había bajo ellos. Bueno, vacío no, sino más bien mucha agua, tanta que costaba hacerse una idea de cuanta había. Se imaginó a si misma cayendo desde allí, se sorprendió al ver que aquello la alentaba y después se rió sola porque resultaba una gran ironía. Se preguntó si ella sería como el mar visto desde los acantilados, vacía pero con algo tan inmensamente grande que era difícil de imaginarlo. Probablemente todo lo que estaba pensando era una estupidez, pero no pudo evitar sentirse atraída por dejarse caer. 

Se puso de pie y baciló un poco al ver que la distancia aumentaba cuanto más se concentraba en ella, así que dejó de pensar, cogió carrerilla y. 

29 de diciembre de 2013

I bite my tongue so you don't hear me.

Miramos la paja en el ojo ajeno pero no nos fijamos en la viga que tenemos en el nuestro.
Nuestro problema es que hablamos de todo sin saber nada, aquí lo que falla es dejar de pensar que nuestro ombligo es el centro del universo. 
Se amable, que dará lo mismo si alguna vez has perdido los papeles, esto es como el tetris, las buenas jugadas desaparecen y tus errores se van acumulando hasta que pierdes.
¿Se supone que tenemos que reírnos de los demás para sentirnos bien nosotros?
¿Qué asco no?
Quisiera poder fingir que nada me importa igual de bien que el resto de el mundo finge saber.
Es tan fácil llamar a alguien "gilipollas" sin haber dado un paso en sus zapatos.
Y supongo que de todos la peor soy yo, por cerrar los ojos y seguir adelante.

27 de diciembre de 2013

Quizás estamos destinados a permanecer así.

El tocadiscos eligió de manera aleatoria cualquier canción e hizo de ella algo nuestro. Pequeños pasos de un lado hacia el otro, balanceándonos al suave ritmo del piano mientras el resto de personas allí presentes desaparecían poco a poco. Me gusta decir que nos quedamos solos, porque en realidad es como nos sentimos cuando estamos juntos y el mundo que nos rodea se queda atrás. Uno de mis brazos descansaba sobre tu hombro mientras mi otra mano acariciaba tu nuca, mi cabeza reposaba sobre el hueco de tu cuello. Juro que deseé que nos quedáramos congelados para siempre en aquel instante, dando vueltas en un salón olvidado, escuchando la misma canción y desgastar el suelo con nuestros movimientos. Deseé cerrar los ojos, pero sabía que si lo hacía no podría recordar más tarde tu mirada. Tu mano acercándome más desde mi cintura, parecía que estábamos destinados a encajar de aquella manera. Entonces cerré los ojos a pesar de prometerme no hacerlo, y cuando los abrí lo único que pude ver fue el techo de mi habitación, la oscuridad de la noche y recuerdos emborronados por mis lágrimas.

24 de diciembre de 2013

Cosas que pienso al mirarte a los ojos.

Es tan sencillo como que llegue alguien, más guapo, más gracioso, más amable, más "especial". Es tan sencillo como que las semanas pasan y no se qué hacer. No es tan complicado como para decir que de alguna manera siempre me lo espero pero es tan complejo que ni yo te podría decir por qué. 
La cuestión es que estoy cansada de que las cosas no sean fáciles para mi y "sencillas" para el resto del mundo. No se que hacer conmigo misma porque siento que estoy en medio de algo y no se a cual de los extremos dirigirme. Aristóteles se equivocaba al decirme que la felicidad se alcanzaba al aplicar el justo término medio porque ahora mismo no me siento muy eufórica.Y no hago más que repetirme a mi misma lo estúpida que soy y lo mal que hago las cosas, no hago más que recordarme que a gente como yo no le pasan cosas buenas si no que están condenadas a cagarla continuamente. Supongo que serán las cicatrices que no dejan que vuelvan a herirme, será mi cabeza que tiene demasiado con estudiar Historia o quizás sea simplemente cuestión del karma. 

15 de diciembre de 2013

No llegué a conocerte hasta que me dí cuenta de que ya no estabas a mi lado.


Imperfect | via TumblrUna noche, no pedimos mucho más...pero resulta irónico que para ti fuera la última y para mí solo el principio de "algo". No nos conocíamos, eso me parecía a mí. Mis ojos me decían que estabas aquí pero mi corazón sabía que ya te habías marchado. Tumbados uno contra otro sobre el polvoriento suelo, mirándonos con una chispa infantil en los ojos. ¿Quién eres? ¿Quiénes somos en realidad? No llegué a preguntarte, tendríamos más tiempo para aquello...creía que lo tendríamos. Unas lágrimas se escaparon, no de mis ojos si no de los tuyos, ¿por qué no me lo dijiste? Seguimos aún así tumbados, uno contra otro bajo un cielo para ti desconocido mientras escuchábamos los latidos de tu corazón a través de mi radio. Tu y yo, no se me ocurría algo más perfecto. Pero mirabas a las estrellas como yo deseaba que me miraras a mi. ¿Cómo nos conocimos? No era importante, me golpeaste como si fuera uno más de tus demonios, pero resultó tener el efecto contrario, no te olvidaré aunque ya ni mi cabeza te recuerde. Y pensar que estaba dispuesta a viajar hasta la mismísima Agartha para recuperarte. Y pensar que me equivoqué al creer que era el principio de "algo". Una noche, una noche en la que llegaste sin decir adiós y te fuiste diciendo hola. 

29 de noviembre de 2013

Veinticinco del once de dos mil trece: Alma.

Quiero llorar hasta deshidratarme.
Quiero gritar hasta que me duela la garganta.
Quiero golpearlo todo hasta que alguien me diga que pare.
¿Nunca te has replanteado dejarlo todo fluir?
¿No sería genial que todos siguieran con sus vidas y tú pudieras estar para siempre tirado en la cama...?
¿Y...si simplemente lo dejas? Dejarlo a secas.
Complétame con un poco de amor propio y voluntad.

         Nunca me había sentido tan muerta estando viva. Y eso es decir, porque he vivido mucho, o al menos, he existido. Ese momento en el que tu cabeza deja completamente tu cuerpo, el cual ya lleva horas estremeciendo por cosas tan incomprensibles que ni hacen falta explicarlas. Cuando directamente todo pasa a estar en tercera persona, cuando no es tu vida, es la de el de al lado. ¿Me explico? 
        Estar tan deprimido que pases a cuestionarte lo incuestionable, que a pesar de querer atravesar el túnel no veas la luz del final. ¿Estamos viviendo una mentira? ¿Pero qué cojones...? Fantasmas, soy uno de esos fantasmas que van de un lado a otro sin hacer otro ruido que no sea el de sus cadenas. 

Te necesito, necesito a alguien como tú.

16 de noviembre de 2013

Romper a llorar significa que todo está hecho para quebrarse.

        Este día lo recordaré como el día que perdí la fe. El día en el que descubrí que nada es lo que parece, y todo esto en el peor de los sentidos. Hoy será para mi algo así como el comienzo de las "pinturas negras" de Goya. Y, si mi alma aún no me ha abandonado lo hará pronto. Y, si la esperanza es lo último que se pierde yo ya no la encuentro. Porque cuando finalmente la realidad llama no pide permiso para entrar, si no que, cuando echas la llave y cierras la puerta, una ventana se abre, una ventana que la que fría e invisible como el viento, triste realidad, atraviesa.
       ¿Qué son todas esas hadas ahora? Frases, personajes y magias sin sentido que utilizaron algún día como moraleja, como camuflaje de lo terrible. La gente se equivoca al temer al tiempo, al aterrorizarse por un par de años más. Deberían vivir con miedo de abrir los ojos, de ver como es el mundo que le rodea en realidad. Y yo, como ellos, no era consciente de qué me perseguía hasta que me atrapó."Mi triste verdad golpea fuerte al escudo de mentiras piadosas bajo el que me arropaba": título de periódico, letras de neón de mi cabeza, grabadas a partir de hoy. Cierro los ojos, y donde antes veía películas imaginarias ahora solo veo la oscuridad de mis párpados. 
        Consuélame, trata de arreglar este dolor con simples tiritas, que el daño está hecho. Una vez que lanzas la piedra, te han mentido, no puedes permitirte el lujo de esconder la mano. Una de cal y otra de arena, una de arruinar y otra de "no te rindas, sueña".

25 de octubre de 2013

Otra vez.

Contó el número de respiraciones dadas y trató calmarse de alguna manera. Él se acercaba cada vez más rápido, o eso le parecía a ella. ¿Qué pensaría cuando la viera después de tanto tiempo? ¿Se acordaría de ella o solo la vería como una chica más entre las que había allí? Entonces volvió para girarse a mirarle y poder capturar ese momento, ya que seguramente pasara mucho tiempo hasta que se volvieran a encontrar. Deseó que se diera cuenta de su presencia, que dijera que había cambiado mucho desde la última vez, y que se sintiera un estúpido por todo lo que ocurrió en el pasado. Quiso que la mirara de la misma manera que ella le miraba a él, que de alguna vez fuera en parte correspondida, aunque al segundo bajó la cabeza y fue consciente de la cantidad de gilipolleces que estaba diciendo. Tachó todas esas ideas de su cabeza y se centró en no volverse mientras él pasaba. Agradeció no estar andando, porque era probable que sus piernas la fallaran y se cayera al suelo al instante. ¿Cómo seguía teniendo el mismo efecto en ella? Imbécil, retrasado...

28 de agosto de 2013

Just turn right.

Siento que un día que ya no recuerdo me metí en un hoyo del que ya no puedo salir. Y poco a poco una pala en manos de alguien que me odia va poco a poco echándome tierra encima. ¿Sabes lo difícil que es tratar de trepar con arena en los ojos? Me apoyo en las piedras sueltas y vuelvo a caer contra la misma superficie.
Solo quisiera poder hacer algo bien de una vez, no equivocarme y saber llevar la situación. El problema es mio, mas bien, el problema soy yo ¿no? Si supieras lo que me cuesta hacer que todo el mundo este contento, intentar no decepcionar a nadie. Pero ¿de que sirve? Si al final no sirvo para nada, si ni siquiera consigo contentarme a mi misma.
Espera, trata de contener el aire, sácalo todo de golpe y intenta empezar de nuevo. ¿Por qué no buscas una manera de hacer que todos se olviden de tus errores excepto tú? No, el problema es que no se puede. Simplemente hacerlo bien, conseguirlo de una puta vez, dejar de echarme tierra.

17 de julio de 2013

Blanda ante una realidad dura.

A saber lo que habrá tenido que aguantar mi almohada. La he empapado de agua, no sólo dulce, de sueños rotos y pesadillas, y ella aún así me da calor y frío cuando lo necesito. Dormí sobre ella y también la machaqué con mi insomnio y mis constantes vueltas en la cama. Se ha adaptado a mi increíble cabezón, y eso es algo que realmente agradezco. Me ha visto abrir ese cajón, el primero de la mesilla de noche, y me ha visto sangrar en pequeñas cantidades. Ha sido mi apoyo durante todas esas tardes donde estaba cansada de todas las maneras posibles y a pesar de todo estaba tan blandita que me quería morir. Se ha manchado de rímel, pintauñas y otros elementos no identificables. 

Siempre tuya, mi querida almohada.  

14 de julio de 2013

Nunca me veo bien del todo, no sirvo para nada, y así no me va a querer nadie.

Nunca, nada y nadie son las palabras más fuertes y dolorosas que se han podido inventar.
Porque, "nunca" es tan radical. Rompe toda mi fe, mis esperanzas, siento que mis sueños se van volando a Nunca Jamás, ¿me entiendes?
Y "nadie", quizás eso duela mucho más que quebrar cuentos. "Nadie" conlleva a estar sólo, a pelearte contigo mismo, a volverte loco con tus propios pensamientos. Cada vez que lo pienso se me encoge el corazón, mi mayor miedo es a ese "nadie", a esa soledad absoluta que amenaza con invadirme. 
¿Y que somos sin nadie? Nada, otra palabra más que apuñala cada vez que aparece. Esconde tantas cosas, y arrebata otras cuantas más. Oculta una respuesta a un "¿qué te pasa?", y te quita prácticamente todo, porque ese es su significado. Pasar de todo, a nada.

2 de julio de 2013

Sentimos las molestias.

¿Tienes un minuto para dejarme respirar? Porque estoy cansada de tantas cosas...
Simplemente creo que algún día moriré agotada de limpiar tanta mierda de mis ojos y mi cabeza. ¡Ayuda! 
Estoy cansada de padres que no me valoran, de padres que no me conocen a pesar de estar conmigo desde mi primer año de vida. Estoy cansada de ser yo siempre la que lo haga todo mal, la que toma las malas decisiones y la estúpida que estropea lo que toca.
Estoy cansada de mentiras, de no saber la auténtica cara de las personas, de no saber si caigo bien o mal, si voy correctamente vestida o si me lo creo demasiado por la forma en la que miro.
Estoy hasta donde no quiero decir de ser "la que quiere llamar la atención", la falsa, la mala persona, la que estorba del resto del mundo.
Socorro.
Lo que más me duele de verdad, lo que más fuerzas me quita es que nadie se tome la molestia de preguntarme si hay algo más a parte de lo que estoy contando, como me siento, si tengo ganas de llorar. Entiendo que preguntar "¿qué tal?" y que no sea "bien" la respuesta es algo a lo que nadie está dispuesto.
Y mamá, me encantaría que vinieras aquí, me abrazarás y me hicieras creer que el mundo es un poco mejor. Me encantaría inundarme de tu olor a jabón y consolarme en tu hombro, pero la verdad es que prefiero ahorrarte las lágrimas, porque sé que eres de las pocas que lloraría conmigo, en lugar de hacerme reír, porque las dos somos así.
Hasta luego.

30 de junio de 2013

Gay, puta, verde o guapo, me da igual.

Todavía trato de entender algunas cosas que se escapan a mi forma
de pensar, como esa manera tan extraña que tienen algunos de demostrar su amor diciéndose "Buenos días" por un mensaje, ¿en serio? Pero aún así, no sé, siento que algo se me está pasando por alto, o quizás es que lo hago a posta. ¿Por qué hay tanto hipócrita suelto por el mundo? ¿Por qué hay tantos "eres preciosa"
y "es una puta" que salen de la misma boca? Me vale que quieran ser agradables con todo el mundo, que quieran caer bien a la gente, eso lo hacemos todos, pero sus métodos me confunden. Si no te caigo bien, ¿por qué pierdes el tiempo conmigo? Joder, dedícate a buscar una personalidad, que a estas alturas eso está muy infravalorado.
¿Soy la única que se fija en las cosas importantes de verdad? Como los "mi vida" de la gente que te quiere,  las sonrisas fugitivas, ese olor que desprende tu casa al volver de un viaje...no sé, detalles que se pasan por alto.
Si tuviera que reunir...¿para qué? Ya se juntan ellos solos, todos aquellos que sin conocerte de nada ya te ponen una etiqueta con un "¿por qué molestarse?" en la frente, esos que si no enseñas un determinado porcentaje de carne ni te tocan con un palo. Ah. Imbéciles aquellos que "son superiores" por ser más guapos que tú.
"No me importa quién eres, ni de donde eres, ni que hiciste con tal de que me quieras."
Sinceramente, no sé que tendrá que ver tu físico con tu forma de pensar. Por algo son cosas que se valoran por separado, digo yo. Ni todas las rubias son tontas ni todas las morenas tienen complejo de morenas.
Cerrados de mente, ¿por qué no os dedicáis a solo existir? Sin decir que os parece bien o mal, porque a fin de cuentas, a nadie le importa tu opinión.
Que se cogen de la mano, vale.
Que ha estado con muchos tíos, vale.
Que prefiere el azul al rosa, vale.
Creo que simplemente estoy cansada de tres cuartos del mundo.

21 de junio de 2013

I'm not yours anymore.

La miró por última vez, y mientras trataba de realizar instantáneas en su mente de cada uno de los destellos de la noche, sujetó su rostro con las dos manos y subió su mirada hasta sus ojos, que hace unos segundos apuntaban al suelo. Se enamoró al verlos otra vez, como siempre que la miraba, aquel color verde con detalles azules y marrones. Solían estar llenos de un brillo especial, de alegría, pero ahora el único brillo que tenían eran las lágrimas que retenía en sus párpados. Estudió cada rasgo de su cara, cada lunar, cada arruga que formaba al cerrar los ojos, y recordó las que se le formaban al sonreír en la nariz y las comisuras de la boca. Pensó en sus labios, que nunca habían permanecido cerrados hasta ahora, que de vez en cuando se abrían para dejar escapar un sollozo. Su felicidad siempre había sido su felicidad, y ahora los dos compartían el dolor de una despedida repentina. Acarició su mejilla con el pulgar y después bajó su mano izquierda hasta la nuca, empujando su delicada cabeza hasta sus labios. Se dieron un último beso con un sabor agrio a pérdida, el último que se darían. Acariciaba su pelo mientras ella jugaba tímidamente con el suyo. En todo el tiempo que habían estado juntos, lo había llevado liso, en una coleta, con trenzas, de todas las maneras posibles, pero ahora era negro y rizado, como era siempre que no le daba tiempo a arreglarse.
Ella nunca sabrá que el la prefería así, natural. Y él nunca sabrá cómo se le rompió a ella el corazón cuando se fue y dijo "Adios".

13 de junio de 2013

I just not wanna listen.

Voces en la cabeza hablaban de rendirse, de dejar de intertarlo y tirar todo a la mierda. Simplemente fueron ignoradas. Susurros en el aire que contaban que jamás podría conseguirse. Se oían clara y nítidamente, pero aún así, fueron ignorados —y siguieron en el aire—. Y consejos que daban desconocidos, diciendo que era menos que nadie, escoria, siguieron ignorados. Entre todo ese caos se oía un "no caigas" de alguien ajeno. No era ni nítido, ni parecía que nadie le diera una gran importancia. Aún así, fue escuchado. Alguien se levantó y vio que era capaz de mover montañas si se lo proponía. Nadie sabe tu pasado, así que construye tu futuro. Fuerza, ánimo. Ahora esas voces han cambiado, junto con los susurros y los consejos que dieron. Cuentan, susurran, hablan de la verdad. Dicen que eres invencible.
                                   
       

11 de junio de 2013

Ahógame en recuerdos.

Se ahoga, se ahoga y los demás la hunden. Cae a la vez que flota en un mar tan azul como sus ojos. Sin ascender, sin patalear. Sus brazos y piernas hormiguean, dormidas, y flotan junto con su cuerpo. El pelo sigue las ondas del agua, simulando una medusa amarilla. Las yemas de sus dedos están arrugadas, pero no por el tiempo, todavía es demasiado pronto para ella tener la piel arrugada. Todavía es demasiado pronto para ella, a secas. Joven, y dejándose llevar a las profundidades de la densidad salada. Toda la vida por delante, pero aún así, sin esperanzas.
"Adiós".
Y mientras el agua entraba por sus pulmones, arrebatando la última gota de oxígeno.
"Adiós", pronunció por última vez.

9 de junio de 2013

Vertederos internos, un nueve de junio de dos mil trece.

Por fuera tan pálida y simple, por dentro tan negra y complicada. No era lo que aparentaba, porque en realidad estaba hecha mierda. Cada día crecía una nueva inseguridad, y menos cosas que querer. Si hacia la resta, le saldría negativo. Como ella, negativa. Su culpa, todo era por su culpa. Era como todos esas casas antiguas, son bonitas hasta que las ves mejor y descubres que habría sido mejor ni molestarse. De verdad que nadie podría hacerse idea de la cantidad de basura, papeles arrugados y cristales rotos que había en su interior. Rota por dentro y agrietándose por fuera, sin que nadie se diese cuenta de su derrumbamiento, como esas casas antiguas, un día ya no estaría allí, y alguna otra construcción mejor la reemplazaría.
"Es irónico que pensaras que te dejaría por él y que tu me hayas dejado por ella."

7 de junio de 2013

Siete de junio de dos mil trece.

        Un día de estos te despiertas de un largo sueño y descubres que nadie te recuerda. Nadie sabe que eras tú quien ocupaba ese espacio, ni tampoco que eras tú la que hacía todas esas cosas. A lo mejor ellos no lo sabían antes de que desaparecieras, o quizás fue precisamente por eso por lo que ahora no lo saben. Una de dos: o eras invisible, o se han olvidado de ti. Ahora es como si vieras el mundo desde un segundo plano, es como si estuvieras viviendo en una película y tu fueras uno de los extras. No te sorprendería que alguien viniera y te preguntara por tu nombre, porque se han olvidado de ti.
¿Lo peor? ¿Lo que más duele? Ver que te han buscado un sustituto, lo segundo peor del mundo es ser reemplazado, y lo primero es que sea por alguien mejor que tú. ¿Qué se supone que tienes que hacer al respecto? Se han olvidado de ti. Ya no eres tú quien lo consuela, ni tampoco a quien llama todas las tardes. No sabes nada de nadie, ni nadie sabe nada de ti. El dolor se va extendiendo cada vez más como si de una enfermedad contagiosa se tratase, ya nadie sabe que eras tú quien hacía todas esas cosas. Tu fuerte personalidad se ha visto derrumbada por la de alguien mejor, han encontrado a alguien con mejores sonrisas y mejores chistes. Alguien más cariñoso, más abierto, más empático, y no eres tú.
¿Sabes qué? Se han olvidado de ti.

5 de junio de 2013

A veces pretendo que estoy bien, pero no es suficiente.

Cuando parecía que iba a parar, las lágrimas volvían a nublarle la vista. Huyó lejos de allí, a un lugar lejano donde nadie pudiera oír sus penas. Se sentía menos que nada, quizás llegaba a la altura de la mierda, pero era un escalón más alto en su propia jerarquía. ¿Por qué la vida te golpea justo cuando menos fuerte te sientes? No quería abrazos, ni hablar con nadie, solo estar sola, a oscuras. Ella y el eco de sus sollozos.
No recordaba haber llorado nunca así, quizás porque nunca había tenido razones más reales que esa. Tenía miedo de ahogarse en llantos, en gotas saladas recorriendo sus mejillas hasta llegar a su boca. Cuanto dolor, cuantos complejos desenterrados.
Sólo quería estar sola, con su eco, y esos "kilitos de más".

3 de junio de 2013

Tres de junio de dos mil trece.

Siempre has estado callada, y te has dedicado a dejar que nadie se diera cuenta de tu presencia. Simplemente no necesitabas atención. Llegabas a casa y te encerrabas en tu habitación, aislándote todavía más del mundo que te rodea. Te ponías los cascos y huías de la realidad. Solamente guardabas silencio y esperabas a que tu vida se hiciera un poco mejor. A saber cuantas canciones gastaste pensando sin pensar, viajando a algún lugar que todos desconocemos. Y, ahora que ya no buscas evadirte, ahora que tu vida se ha hecho un poco mejor, descubres que los demás se han movido sin ti. Nadie a esperado a esa chica que no decía nada, han avanzado y tú te has quedado atrás. Así que, vuelves a quedarte callada, sin estorbar ni retrasar, porque todos tienen cosas más importantes que darse cuenta de tu presencia.

2 de junio de 2013

¿Correr? ¿Para qué?

Tic tac, tic tac. 
El tiempo pasa, se nos escurre de las manos, como la arena entre los dedos o el agua de lluvia desde  nuestra cabeza hasta nuestros pies. ¿Lo malo? Nadie es consciente de ello hasta que es tarde. No sabemos que la aguja ya no marca las doce hasta que son las doce y un minuto, ni tampoco nos damos cuenta de que cada segundo que pasa nos hacemos más viejos.
Tic tac, tic tac.
¿En serio soy la única que lo oye? Corre más rápido y es invencible, imbatible, inefablemente bueno en ello, en ganarnos. Nos da parte de su experiencia, recuerdos ¿para qué? ¿Por qué nos da consciencia de las cosas que pasaron si sabe que no se van a repetir? Le gusta, le gusta hacernos vivir en un bucle de fotos, vídeos, momentos, para así ganarnos en esta carrera perdida.
Tic tac, tic tac.
Pero ya no, ya no pienso correr más. No sirve de nada intentarlo sabiendo que vas a perder, así que, le veré alejarse hacia el atardecer mientras yo continuo viviendo, sin prisas, sin perder el aliento hasta encontrarme con él de nuevo al final del camino. Y puede que entonces haya perdido, pero habrá sido una pérdida razonable.

27 de mayo de 2013

Si solamente tuviera el valor de decir todo lo que pienso. Si no tuviera miedo de las consecuencias de lo que podría pasar. Si tú tan solo te hubieras fijado en mí, igual que yo en ti, quizás ahora todo sería distinto.
Si fuéramos diferentes, si no fuéramos nosotros, quizás habría un nosotros. No sé si me entiendes, pero...
Si hubiera aprovechado todo ese tiempo en vez de preguntarme un "y si..." y dejando que los días pasasen, tirando poco a poco mis oportunidades, inconscientemente...
No soy capaz ni de terminar la frase porque no se me ocurre nada más que lo que no va a pasar, y eso me deprime, mucho.
Si fuera más guapa, lo tendría más fácil. O si fuera más llamativa, o a lo mejor si tuviera la valentía para haberte hablado desde un primer momento.
Si no hubiera abandonado antes de intentarlo...
Lo vuelvo a pensar y me vuelvo a deprimir, así que lo mejor que puedo hacer es olvidarlo. 
Olvidado, creo.

I don't wanna be alone.

¿Podrías comprobar mi pulso por mi? Para ver si estoy viva, porque cada vez que estoy cerca de ti es la única vez que me siento bien. Si hubiera alguna manera podría pensar en volver atrás. Me quedaría aquí contigo.
A veces me siento y me lo pregunto.
A veces me siento como si lo estuviera dejando ir.
 Todo lo que sé es que nadie debería tener que estar solo, y que sólo quiero estar contigo.
Dime cuál es el sentido de la vida ¿Es importante? Tenía todo lo que podría desear y probablemente más. Cuando me acuesto en la cama por la noche todo lo que hago es pensar en ti ¿Así que cuando todo esto se ha ido lo que tengo que hacer es volver a casa? Esta vida pasa muy rápido y pronto me haré vieja.
¿Qué tendría, excepto algunas historias que ya he contado? Nadie con quien compartirlas. Y cuando todo está hecho, ¿qué me queda? Dime lo que me queda.
No quiero estar sola. No quiero morir sola. Podría desmoronarme, aquí y ahora.
No quiero morir sola. 
Y no puedo seguir seguir viva si estoy sola.

—Alone de Sleeping With Sirens

13 de mayo de 2013

Vivo ahogada y esto es uno de mis suspiros.

Me siento un poco encerrada, un poco bastante. No sé si me explico, pero me siento igual que si alguien me obligara a permanecer atrapada entre las cuatro paredes de mi cabeza. Gente totalmente ajena para mi ha conseguido ponerme un candado en la boca, y que mis ojos se giren hacia otro lado cuando algo me ofende.  Mis manos están libres, pero no pueden escribir nada más que metáforas, y de vez en cuando, palabras como estas para que no exploten de los sentimientos acumulados en los nudillos. Censuran mis pensamientos mediante opiniones que nunca han sido pedidas, intentan corregirme desde su punto de vista, pero nadie les ha enseñado que nadie tiene razón en esta vida. Nadie, absolutamente nadie sabe como aumentan las ganas de volar cuando te cortan las alas, ni como el dolor aumenta cuando se queda reprimido en mi celda. No quiero vivir la vida que quieren que viva los demás, tengo tanta personalidad escondida que está perdida en algún lugar de mi estómago y mis pulmones, tratando de salir. Y he repetido esto tantas veces para mi sola que me estoy acostumbrando a la sensación. No atentéis contra mi por permanecer callada, porque a veces es la mejor manera de evadirse.

5 de mayo de 2013

Mi Alguien.

¿Alguien puede decirme qué se siente cuando dicen "te quiero" y sabes que es para ti? Me pregunto que será caminar de la mano de alguien, que se sentirá al saber que eres de alguien y ese alguien es tuyo. Debe de ser increíble ser especial para alguien, que piense que eres única y que no cambiaría de ti ni un sólo lunar. Tener alguien que ame tus complejos y con el que compartas noches en vela y tardes enteras riendo. Y ya ni hablemos de las reconciliaciones, las celebraciones, y el simple hecho de saber que alegro a alguien.
Alguien, quiero mi propio alguien. Prometo no ser pesada ni repetitiva con los "te amo" porque en realidad nunca me han gustado mucho esas tres letras. Puedo ofrecer películas antiguas y palomitas poco hechas, también tengo muchos chistes malos y risas tontas. Canto muy mal, pero se dar caricias y abrazos, o eso creo. Soy cariñosa cuando me conoces, y si no intentaré serlo.
¿Quieres ser mi alguien?

22 de abril de 2013

Sin título aparente.

No se que hacer con mi vida. Me siento un despojo humano, una mierda enorme. No se hacer nada a derechas, por favor, que alguien venga a mi y escuche mis sollozos. Tengo tantas cosas dentro reprimidas. Odio, envidia, protestas, asco, traición. ¿Nunca has sentido la necesidad de querer volver hacia atrás y dejar toda la mierda de lado? Todo me afecta, todo lo que me dices me afecta. Y tus palabras se pasean por mi cabeza día y noche, sin dejarme a penas vivir. Se de sobra que todo es verdad, pero de verdad que yo lo intento. Justo parece que el universo se ha puesto en mi contra en el momento en el que mejor me sentía, o quizás en el que menos mal estaba, porque en realidad nunca me he sentido bien. Ya ni se de dónde saco las lágrimas, porque estoy seca. Seca de palabras, seca de saliva, seca de llantos. Estoy totalmente destrozada y consumida, soy un asco de persona, en todos los aspectos habidos y por haber. Me doy tanto asco a mi misma que he llegado hasta el punto de caerme mal, muy muy mal. Se podría decir que ahora mismo soy mi peor enemiga. No puedo, me estoy hundiendo y sólo quiero que la tierra me trague y desaparecer un tiempo, seguramente le haría un gran favor a muchos. No es cuestión de físico, eso es algo efímero. El problema soy "yo".

13 de abril de 2013

Hablemos de una vez.


Quiero caerte bien, porque no es bueno tenerte como enemiga y parece que ahora eres de la que más hablan. Pero a pesar de eso, no puedo dejar de creer que eres mala, me hundiste en mis peores momentos y me juzgaste en los mejores. Me hablaron de la autoestima y me dijeron que ella podría ser mi antídoto contra tu veneno, pero para mis oídos eso parece una especie en peligro de extinción. Durante esos pocos meses que creí que éramos amigas, me demostraste que yo siempre he estado más fuera que dentro. Estoy cansada de tus continuos exámenes, no te queda bien eso de enseñar. Y no me hables más de mí, me conozco mejor que tú y estas cosas ya me las sé. Que sonría no quiere decir que no llore, y que me calle no quiere decir que no grite.
Apestas, querida Sociedad.

El tiempo es el mayor asesino que conozco.


No le importaba el mal tiempo, lo único que llamaba su atención era aquella superficie de piedra y el epitafio que había escrito en ella. ¿Por qué se lo tenía que haber llevado a él primero? La vida era una especie de juego de mesa del que ella formaba parte y alguien ajeno jugaba en su lugar. Ya pocas cosas le servían, ni las flores que sujetaba, que pronto se marchitarían, ni el paraguas que la resguardaba, porque la lluvia se acabaría, como todo. Las fotos se hicieron viejas, los recuerdos están llenos de polvo y la imagen que refleja el espejo es el fantasma de lo que fue hace tiempo. Se rió al recordar que alguna vez pensó que eran eternos, infinitos.
Ahora solamente le quedaba esperar, esperar para volver a verlo de nuevo en un lugar sin tiempo que mate poco a poco y enfermedades cómplices del crimen que éste cometía.

Eres mi déjà vu y yo sólo más experiencia.

Todo tardó tanto en cicatrizar que parecía que ya estaba totalmente curada, pero por lo que veo, lo haces imposible. Me cerré en mi propia burbuja, poco a poco iba avanzando, hasta que llegaste tú y pinchaste mis ideas. Hace tiempo, alguien me dijo que tuviera cuidado con eso del amor, le hice tanto caso que ahora que has acabado con mis precauciones me he quedado en blanco. Y me da la sensación de que todo lo que creía saber no son más que absurdas mentiras que mi cabeza se ha inventado para evitar llegar a situaciones como esta, y que ahora gracias a ti estoy aprendiendo a golpes y rodillas rasgadas.
Diles que yo estaba feliz, y que ahora mi corazón está roto y todas mis heridas abiertas.
Diles todas las sonrisas que malgasté por gente que no se merecía ni las lágrimas que derramé después.
Cuentales mi dilema, que salí del agujero para meterme en la cueva.
Esta escena ya la he vivido, me suena, pero ahora que la veo con nuevos ojos estoy totalmente aterrada, porque fallé muchas veces y no sé que hacer para conseguirlo de una vez. Resulta imposible.

31 de marzo de 2013

Pongamos los puntos suspensivos sobre las íes.

Estoy harta. Harta de que no haya términos medios. Si vives hundida, si estas hecha mierda por dentro, nadie te soporta porque eres demasiado negativa. Pero si tienes un poco de confianza y te quieres un poquito más, ya eres una jodida creída, y no hay quien te aguante.
Que si comes mucho, engordas, y si comes poco, exageras.
Y ya ni hablemos de gustos, porque tal y como esta el patio, sólo los "verdaderos" tienen derecho a vestir esa ropa, escuchar esa música y actuar de esa manera. Yo ya solo por hablar no tengo casi ni permiso para vivir.
Si no hablas, no hablas, si hablas, hablas demasiado. Me tenéis confundida.
Estoy cansada de esta mierda joder, estoy por quedarme para siempre metida en la cama, y a quien le interese de verdad, que me venga a visitar.
Y si, ahora soy una egoísta.
Y si, si no hago gracias soy una sosa, pero si las hago quiero "llamar la atención".
Anda y que os jodan, gilipollas.

–Anónimo.

25 de marzo de 2013

Gris, negro y lo que eso conlleva.

Hoy no es uno de mis días. Bueno, en realidad esta no está siendo mi mejor semana y todavía me faltan un par de horas más a oscuras para subir definitivamente las persianas. Fuera está lloviendo y en mi interior no tengo paraguas. Me está costando tratar de quererme, porque es un camino lleno de baches y monstruos escondidos detrás de algún arbusto que esperan detenerme y derrumbarme. Me sangran los pies, mis zapatos están desgastados de las miles de veces que he retrocedido por miedo a avanzar y tropezarme con alguna piedra. Estoy cansada de seguir intentándolo, nadie sabe que vivo a oscuras. Todos me preguntarían por qué y no lograrían entenderlo porque hasta a mi me cuesta comprenderlo. Simplemente prefiero estar ciega y no verme para pensar que los demás tampoco me ven, ¿estúpido a que si? Si yo no me veo, tu no me ves. Y ya se que no se dice así, y me da igual, ya dije que nadie lo entendería.
Soy tan enrevesada que hace meses me perdí en mi propio laberinto, si me vieras por dentro solo verías caos. Un corazón dado la vuelta que se niega a latir, nervios que se hacen nudos, unos pulmones ahogados de desesperación y un cerebro que no recuerda como razonar.
Pero no puedes verme en todo mi esplendor caótico, más que nada porque me escondo detrás de algún sitio, con mis propios monstruos, y principalmente porque estoy a oscuras y me niego a subir las persianas.

23 de marzo de 2013

Boys like, men love.



16 de marzo de 2013

O a lo mejor simplemente piensas que busco razones por las que llamar la atención.

–¿Qué te pasa?
+Nada (Nada fácil de explicar, estoy rota por dentro y empiezo a quebrarme por fuera)
–¿De verdad? Tienes mala cara.
+No de verdad, no te preocupes (No he dormido en toda la noche, pero no quiero que lo sepas porque no se cómo te la vas a tomar. Puede que me abraces y entonces ya no se sí podré aguantar las lágrimas que me llevan pidiendo salir tanto tiempo, y ahí ya si que no sabré que decirte para que no te preocupes)

10 de marzo de 2013

Me tratas como si fuera tu juguete favorito cuando en realidad me guardas en el último cajón.

¿Qué de qué me quejo? De ti, de como me haces sentir y de mi, por prestarle importancia.
Y yo como una tonta te sigo el juego, y tu, como lo que eres, me destrozas partida a partida. Todavía trato de buscarle alguna explicación posible a todo esto, pero me temo que prefiero vivir engañada a saber la verdad. Me estás haciendo daño ¿sabes? ¿Por qué? ¿Sólo esperabas que de una vez sintiera algo para después colocarme en tu estantería y presumir de ello? Porque eso es penoso. Eres penoso. Y un falso, prometiéndome cosas que ambos sabemos que no vas a cumplir. Me estás tentando y yo estoy cayendo sin arnés ni cuerdas, a pelo. Me estás rompiendo de tanto usarme.
Que si te has cansado de mi, no me trates como si fuera algo. Que entiendo que ya has conseguido lo que quieres y ya no me necesitas, si esque alguna vez me has llegado a necesitar. ¿Que soy yo la estúpida por creerme especial? Si ese es mi delito, tu eres mi cómplice.
Lo peor es que, si algún día te da por volver yo estaré ahí esperando.


8 de marzo de 2013

¿Cómo llevas eso de ser una más?

Después de un tiempo hablándolo con la almohada, un par de meditaciones en la ducha y una consulta a mi madre, he llegado a la conclusión de por qué tú si y yo no.
Yo no soy el tipo de chica del que los chicos se fijan. Simplemente soy la típica que ves ahí, que sabes que existe pero que no llama mucho más la atención.
A veces me gustaría llegar y decirte: "Hola, soy la de al lado de la chica que estás mirando y me gustas, encantada."
Pero no llevo escotes, ni tacones, ni me maquillo demasiado. No sé como es eso decirte las palabras exactas en el momento adecuado, me conformaría si simplemente llego algún día a hablarte. ¿Qué es lo que esperas de una chica que no sabe dar dos pasos seguidos sin miedo a tropezar?
Yo no soy como ella: atractiva, llamativa, preciosa o segura de mi misma.
Soy esa amiga que te ayuda a estudiar, o quizás la que te pasa música, poco más.
Hola, soy la chica de al lado, ¿es posible que me miraras a mi?

22 de febrero de 2013

¿Quién soy?

He llegado a ese momento de la vida en el que no haces más que preguntarte quién se supone que eres. Por qué demonios has nacido en ese preciso lugar con la determinada gente. Ahora mismo, me identifico con todo el mundo, sé ponerme en la piel de todo en mundo, con una excepción: yo misma. ¿Quién soy? ¿Soy la empollona, soy la borde, soy la sensible o la reservada? Busco definirme detrás de etiquetas, de adjetivos, busco una manera de explicar con palabras algo que sucede con hechos. Y es que me siento así, un revoltijo de palabras sueltas y sentido que tratan de ordenarse en una oración, en una respuesta para un "¿pero quién soy yo?". A veces me pregunto si a la hora de establecerse las personalidades se olvidaron de mi, y me dejaron vacía por dentro esperando que algún día me llenaría. ¿Pero y si en vez de llenarme con lo que debía me llenaba de mierda? ¿Nadie pensó nunca que podría pasarme?

Soy uno de esos productos del chino que vienen sin etiqueta y tienes que ir a preguntar a la caja por el precio. Soy esos personajes secundarios que se olvidan en los exámenes del instituto. Soy ese 0'00000001% que no es mencionado en las estadísticas. Soy los rayos de sol que no son tomados en cuenta cuando llueve. En resumen, estoy por encontrarme.

16 de febrero de 2013

Un caos que lleva desvelándome demasiadas noches.

Me siento confusa, como si miles de emociones lucharan en mi interior por cual será la protagonista. Una parte de mi me pide que sea feliz, que me deje llevar y que pare de preocuparme de cosas tan estúpidas como un beso bajo la lluvia. Pero mi otra mitad me susurra a cada minuto que no me merezco esa felicidad, que si de algún modo la consigo algo llegará y se la llevará al cajón de nuevo.
Amor, odio, envidia, orgullo e impotencia se pasean a sus anchas por las calles de mis sentimientos, algunas veces unas se encuentran con otras, y la verdad es que se me olvida completamente todo lo demás. ¿Qué si también me olvido de respirar? Pues esa sería mi forma de explicar porque a veces se me quita el aliento, o porque necesito coger aire de repente, o todas las veces que he suspirado sin razón aparente.
No quiero sentirme así, es una sensación horrible, como si estuviera en medio de la nada, o rodeada de cientos de personas que me gritan diferentes insultos. Aún estoy tratando de definirme y buscar alguna solución a mi sistema de ecuaciones. Pero es que, entre que falte a todas las clases de matemáticas y no encuentro mi calculadora, voy a tener que presentarme en Septiembre un par de veces.

Esta será nuestra canción.

He descubierto el sonido más maravilloso del mundo. No son ni los acordes de un piano ni la increíble voz de mi mejor amiga. Tampoco el ruido que hacen mis zapatos al andar por el campo ni el crujido de un parqué viejo al pisarlo. Me sorprendió bastante que tampoco fuera el silbido del whatsapp ni el tono de llamada de mi móvil. O una guitarra manejada por un experto en un concierto de rock. No, simplemente con apoyarme contra tu pecho y dejar mis pensamientos de lado podía oír lo más bonito del mundo: tu corazón al compás del mío.

11 de febrero de 2013

Simple pero efectivo.

A veces cierro los ojos y no veo nada. Otras veces, cuando los cierro el rímmel cae en cascada por mis mejillas y llega con un sabor salado a mis labios. Mis favoritas son cuando al cerrarlos puedo ver tu sonrisa, tus ojos, todo tú, y de alguna manera me contagias la felicidad.

1 de febrero de 2013

–¿Qué tal?

–¿Qué tal?
–Es curioso que una pregunta de sólo dos palabras me haga sentirme tan confusa. Te diría que estoy bien, porque no quiero preocuparte y de todos modos tampoco creo que te importen mis quebraderos de cabeza. Y, de todos modos, si te digo que estoy mal, que a veces aprieto los dientes por no llorar, que aparto la mirada hacia la ventana o el suelo cuando no lo logro, no conseguiré dejar de sentirme invisible. No dejaré de dar vueltas en la cama todas las noches pensando en si en algún momento alguien se fijó en mi desde un principio. Seguiré creyendo que soy como una especie de columna a los ojos de los demás y que nadie dirá: "Esa, la morena del flequillo" porque no destaco. No me sirve de nada decirte que me siento como una sombra, o a lo mejor ni eso, ¿para qué contarte lo insignificante que me siento? Es más, puede que incluso te parezca una estupidez, pero tu no estás en mi piel. No escuchas el carraspeo de mis gritos, porque más que nada, grito desde dentro, silenciosamente hacia afuera para que nadie venga y me pregunte otra vez "¿Qué tal?" o cosas parecidas.

29 de enero de 2013

No fuiste un amor de verano...

Cariño, tú no fuiste un amor de verano, porque es invierno y todavía te recuerdo. 
Y me niego a pensar que es cierto, porque lo que yo sentía era mucho más que eso.
Si hubieras dicho "quédate" lo hubiera hecho, sin pensarlo, por que eras todo lo que quería al alcance de mi mano, y poco a poco sentía como te escapabas de mis dedos.
Yo moría.
Empezaba a hacer frío, llovía y tú te alejabas.
¿Y qué? El tiempo no es directamente proporcional al amor.
Aunque no te viera, te quería mucho, incluso más.
Porque tu ausencia hacía que te deseara un poco más, amor.
Pero me olvidaste, y no pude hacer nada para que no te fueras, porque ya te habías ido.
Y ahora que miro por la ventana, por si vuelvo a verte, me pregunto si fue cierto que exististe.
Si, lo hiciste. Aun guardo tu gorra en el cajón esperando a que te la devuelva.
Pero no quiero dártela, por que se me acaban las excusas para volver a verte. 
¿Por qué acabó todo esto?
¿Qué fue lo que hicimos mal?
Todo parecía tan perfecto a tu lado...
Tus ojos mirando los míos, tu nariz y la mía pegadas, nuestras bocas a cinco centímetros mientras la gente pasaba y nos miraba.
No podía imaginar absolutamente nada mejor que eso.
Porque te quería tanto que hubiera dado mi vida por que no se acabara el verano.
Y ahora quemaría ciudades por el calor de tus brazos. 
Hace frío, es invierno y todavía te recuerdo...
Porque no fuiste un amor de verano.
—Usmile

17 de enero de 2013

Big bang thing.

Ya no puedo más. Me siento como si todas las cosas que he ido acumulando se han quedado atascadas en mi garganta y ahora no pudiera respirar. ¿Qué he hecho mal? ¿Por qué? La presión por alcanzar la perfección es tan grande, que ahora mismo me escondo en mi habitación con las persianas bajadas para que la luz no descubra mis lágrimas. ¿Alguien me dirá si lo he hecho bien? Por favor, que alguien me conteste. Me siento frustrada, como si tirara una pelota a un agujero sin fondo y esperase a que volviera de nuevo. Es como correr en círculos, tropezar con el mismo error todos los días de mi vida.
Y por muchas palabras que me digas, no me vas a convencer. Por muchas explicaciones que inventes no voy a conformarme. Por mucho que intentes ponerte en mi lugar, no lo vas a conseguir, porque no eres yo.
Me han dicho tantas veces que es una estupidez, pero me siento fuera, me siento rara. ¡Quiero sentirme importante, guapa, joder! Que no soy superficial por mirarme todo el rato en un espejo, soy insegura. No te hablo porque sea borde, si no porque soy tímida. Y lo peor de todo es que yo me vea a mi misma encerrada en un tarro de cristal, pero los demás me vean inaccesible. ¡Sacarme de aquí! Por favor...

13 de enero de 2013

Las perdices están en peligro de extinción.

Se despidió agitando la mano derecha a la vez que intentaba evitar que una lágrima se escapara de sus ojos. La echaría de menos. Ana era su única amiga en el hospital, y ahora que se trasladaba a un hospital donde pudieran tratarla de manera más especializada, sentía como si alguien hubiera taladrado su pecho dejando un increíble agujero. Se alegraba de que la llevaran a un lugar mejor, pero la que tendría que ver su cama vacía todos los días era ella. Bueno, eso sería incluso soportable, lo que no podría encajar sería aguantar a un extraño ocupando su lugar.

Era la hora de la comida, y de alguna manera, que hubiera flan la hizo sonreír, porque era el postre favorito de Ana y sentía como si una pequeña parte de ella siguiera allí con ella. Al terminar llevó su bandeja a la basura tirando los restos de la comida y dejándola junto al resto, como hacían siempre. Volvió a su habitación, donde pasaba la mayoría de las horas mirando por la ventana como la gente entraba y salía del hospital, por muy estúpido que pareciera, los envidiaba a todos ellos. Antes solía pensar mucho en como sería su vida fuera de esas paredes si aquel tumor no hubiera aparecido. Seguramente tendría un grupo de amigos, estaría pensando en su graduación y hasta puede que saliera con alguien. Pero todas esas cosas tan normales como salir al cine parecían cuentos sacados de la mente de algún loco cuando hablaba de ello con su madre, que con ojos comprensivos intentaba explicarle que todo aquello era una utopía. A veces se preguntaba incluso que sé sentiría al llegar tarde a casa y estar castigada un par de semanas.
Unos golpes en la puerta hicieron que todos sus pensamientos se desvanecieran y pusiera su atención en la enfermera que sonreía en el umbral. Delante de ella, en silla de ruedas, un chico que tendría más o menos su misma edad fruncía el ceño y cruzaba los brazos.
—Este se llama Sergio, va a estar poco tiempo aquí así que puedes hacer como si no estuviera.—bromeó.
—Hola—saludó intentando parecer amable, aunque en realidad él no parecía ser muy amigable.
La enfermero lo llevó hasta la otra cama, donde hace apenas unas horas su amiga había dormido y lo subió a ella. Cuando hizo esto, vio como soltaba pequeños gemidos de dolor cada vez que la mujer le tocaba. Tenía que doler lo que fuera que le pasara, pero igual que él no parecía muy interesado en ella, ella le devolvió el sentimiento. 
—Hasta luego chicos.—dijo cuando terminó su trabajo y desapareció por la puerta.

Aquel primer día Sergio y ella no parecían encajar muy bien juntos. Él parecía rebelde, de los que ves siempre con una chaqueta de cuero y deportivas. Ella sin embargo era el ejemplo perfecto de inocencia y alguien acostumbrado a no protestar. La mañana siguiente de alguna manera consiguieron entablar una conversación que se extendió un par de horas. Así se enteró de que se había caído de la bici en medio de una excursión a la montaña, que era lo que más le gustaba en el mundo, y que había supuesto un par de huesos rotos y bastantes moratones. Él se enteró de que su vida se basaba prácticamente en el hospital y que todo el mundo la conocía pero que no tenía ningún amigo (al menos ya no) porque era demasiado tímida. Poco a poco se fueron haciendo más amigos y el agujero de su pecho se fue haciendo más pequeño, a pesar de que supiera que él cada vez estaba mejor y ella empeoraba más cada día. Y todo ese tiempo que pasaban juntos sabía con más certeza de que le gustaba más de lo normal estar en su compañía. Estaba segura que si ella fuera Ana, ya habría intentado algo, porque ella era así de extrovertida, y bueno, ella no tenía cáncer, lo que no la obligaba a ir a quimio, por lo que ella no estaba perdiendo su pelo. Era una tonta por estar pensando en chicos cuando su aspecto, según ella, no la permitiría nunca saber lo que es que te besen bajo la lluvia. Estaba pálida, se la habían caído las cejas y apenas le quedaban mechones en la cabeza. Su tortura diaria era entrar en el baño, echar el pestillo y mirarse en el espejo hasta llorar. Minutos después volvía a la habitación, donde Sergio sonreía falsamente porque sabía la razón de sus ojos rojos.
Pasaron más días y a él le dieron el alta, y ella se ahogó más en lágrimas. Aún así, él seguía yendo a visitarla. Ella había hecho de toda esa mierda algo agradable y le había enseñado ver la vida con nuevos ojos.

Sería precioso decir que acabaron juntos y felices, pero si algo tiene la realidad es que nos jode a todos, y que las perdices están en peligro de extinción. Y que él fue lejos, a la universidad, y que ella superó el cáncer, pero de alguna manera sentía como si no fuera a recuperarse de algo mucho peor. Los dos conocieron a más gente, que no les completaba pero que si les satisfacía. De alguna manera su mitad andaba por ahí con una parte de su corazón. 
Todo por no querer dar el paso, por no saber las palabras adecuadas. A veces no nos damos cuenta de que es mejor arrepentirse de haberlo hecho que preguntarse qué habría pasado si lo hubiéramos intentado. Las casualidades no pasan porque si, y cuando se te presenta la oportunidad hay que cogerla con las dos manos.

12 de enero de 2013

Oh darling don't you ever grow up.

Nada es lo mismo dos veces. Y he hecho de eso mi lema. Ya nunca más volveré a abrir una Barbie con la misma ilusión en reyes, ya no podré bañarme con mi hermana y jugar a ser sirenas. Odio como todo ha cambiado tanto sin que me diera tiempo a penas para pensar lo que hacía. Cuántos errores quisiera borrar, cuantas cosas quisiera revivir con nuevos ojos. Lo dejé pasar todo tan rápido.
No me juzguéis por hablar así cuando aún no he terminado ni un cuarto de mi vida. Pero me siento tan arrepentida por no haber disfrutado como podía haber disfrutado las cosas, siento haberme cerrado tan pronto a todas las oportunidades que se me presentaron. Siento haber dejado piano, baile, dibujo, todas esas cosas que me gustaban hacer pero que me parecían inútiles, y todo por querer pensar como una adulta.
Y es que ahora me paso viendo las fotos del pasado y me invaden las ganas de poder volver atrás en el tiempo y ser de nuevo pequeña, tener los morros siempre manchados y decir tonterías que resulten graciosas. Veo mis videos caseros y me pregunto: ¿qué me pasó? ¿Por qué ya no soy así?
Soy muy cabezota, y no voy a admitir que lo único que ha pasado ha sido el tiempo, porque me niego a que mi vida se resuma a eso, a  años. ¡Podía haber hecho tantas cosas!
Recuerdo como me tiraba cuesta abajo en cualquier colina, "jugaba" al padel con mis amigas, hasta recuerdo como era ir colgando de los brazos de mi padre o la sensación de coger una bicicleta por primera vez.
Ojalá Peter Pan, mi amor de la infancia, viniera a salvarme y llevarme a Nunca Jamás. Ojalá pudiera quedarme congelada en el tiempo y huir junto con Campanilla. Pero lo más triste de todo es que hasta mi amor platónico de toda la vida se me está quedando pequeño, y sus piececitos ya no pueden cubrir mis pasos. Lo más triste será dejarlo todo atrás.
"Nunca digas adiós, porque decir adiós conlleva a irse, e irse significa olvidar"

6 de enero de 2013

Cosas que aprendes con el tiempo.

Fui de las que se escondían bajo unos mechones de pelo, de las que comían chuches sin preocuparse de básculas.
Fui de las que sonreían con facilidad y lloraban todavía más fácilmente.
Fui de las niñas con grandes mofletes y las rodillas llenas de moratones y raspones.
Fui de las que se arrepentían de comer, de las que odiaban su cuerpo, de las que no aguantaban mirarse al espejo. Fui de las que se comparaban con todo el mundo y deseaba ser cualquiera menos yo.
Soy fuerte.
Soy humana. Soy tímida, menos que antes pero lo sigo siendo. Soy de esas chicas que no conoces hasta que no te tomas la molestia de hacerlo. Soy divertida, o eso me han hecho creer. Soy diferente y estoy orgullosa. Soy cualquiera rodeada de desconocidos pero única con mis amigos. Soy de esas a las que les gusta el chocolate blanco antes que el alcohol, de las que disfrutan tanto estando solas como rodeada de gente. Soy creativa. Soy de las que no soportan a los que fardan. Soy de las que se enamoran de extraños que no vuelven a ver, de las que se casan con una canción, un álbum o una película.
Soy peor que como seré mañana y mañana seré mejor que hoy. Seré inteligente, seré querida. Seré la misma de siempre pero con algún detalle nuevo. Seré tímida. Seré madre. Seré orgullosa. Seré diferente. Seré muchas cosas. Pero fui, soy y seré hermosa a mi manera, y es lo que tengo que aprender.

Hagamos del resto de mi vida el mejor de mi vida.

¿Soy yo o todo está pasando demasiado deprisa? Cuántas cosas he dejado atrás en un 31 de diciembre sin darme cuenta. De verdad que todavía no me creo que estemos empezando de nuevo, no me creo que tenga todo un año por delante para equivocarme y vivir. En este 2012 han pasado tantas cosas, ha habido tantos cambios, tantos desengaños. Y todo en 365 días. He madurado, por lo menos así lo siento; he conocido a gente que espero que nunca me abandone y he aprendido tanto, tantísimo que me duele la cabeza solo de pensarlo. Es que no me lo creo ¡joder! No me creo ni el dos mil trece que hay escrito en la fecha del móvil. ¿Qué me espera en 2013? Si tantas cosas han pasado, presiento que todavía quedan más de la mitad. Una vez dije que en realidad, sólo es una medida de tiempo, como las horas, los días o los meses. Pero no puedo evitar pensar que es una oportunidad nueva para vivir como quiero, es una manera de volver a empezar de nuevo. Repetir el invierno, la primavera, el verano y el otoño y verlos con nuevos ojos.
Este año quiero enamorarme de verdad, quedarme hasta las cuatro hablando con mis amigas, hacer tantas fotos que no haya espacio para guardarlas. Y solo de pensar la larga lista de propósitos para todos los meses que me deparan me ahogo en ilusiones, ilusiones que no dejaré que se rompan a pesar de que me cieguen. Os deseo a todos un bonito 2013 lleno de propósitos cumplidos y mares de ilusiones.