30 de diciembre de 2013

Te atraparé si caes.

A lo lejos se oía el ruido del mar, de gente divirtiéndose en la arena. Pero desde allí, parecía que el agua le había declarado la guerra a las rocas y éste trataba de vencerlo con débiles puñetazos en forma de olas. ¿Era posible que todos esos tonos de azul se concentraran en un mismo sitio? Y sin embargo, parecía todo tan claro y transparente.
Sus pies colgaban desde el acantilado en el que estaban sentados, de vez en cuando alguno empezaba a balancearlos, algo que era inevitable por el vacío que había bajo ellos. Bueno, vacío no, sino más bien mucha agua, tanta que costaba hacerse una idea de cuanta había. Se imaginó a si misma cayendo desde allí, se sorprendió al ver que aquello la alentaba y después se rió sola porque resultaba una gran ironía. Se preguntó si ella sería como el mar visto desde los acantilados, vacía pero con algo tan inmensamente grande que era difícil de imaginarlo. Probablemente todo lo que estaba pensando era una estupidez, pero no pudo evitar sentirse atraída por dejarse caer. 

Se puso de pie y baciló un poco al ver que la distancia aumentaba cuanto más se concentraba en ella, así que dejó de pensar, cogió carrerilla y. 

29 de diciembre de 2013

I bite my tongue so you don't hear me.

Miramos la paja en el ojo ajeno pero no nos fijamos en la viga que tenemos en el nuestro.
Nuestro problema es que hablamos de todo sin saber nada, aquí lo que falla es dejar de pensar que nuestro ombligo es el centro del universo. 
Se amable, que dará lo mismo si alguna vez has perdido los papeles, esto es como el tetris, las buenas jugadas desaparecen y tus errores se van acumulando hasta que pierdes.
¿Se supone que tenemos que reírnos de los demás para sentirnos bien nosotros?
¿Qué asco no?
Quisiera poder fingir que nada me importa igual de bien que el resto de el mundo finge saber.
Es tan fácil llamar a alguien "gilipollas" sin haber dado un paso en sus zapatos.
Y supongo que de todos la peor soy yo, por cerrar los ojos y seguir adelante.

27 de diciembre de 2013

Quizás estamos destinados a permanecer así.

El tocadiscos eligió de manera aleatoria cualquier canción e hizo de ella algo nuestro. Pequeños pasos de un lado hacia el otro, balanceándonos al suave ritmo del piano mientras el resto de personas allí presentes desaparecían poco a poco. Me gusta decir que nos quedamos solos, porque en realidad es como nos sentimos cuando estamos juntos y el mundo que nos rodea se queda atrás. Uno de mis brazos descansaba sobre tu hombro mientras mi otra mano acariciaba tu nuca, mi cabeza reposaba sobre el hueco de tu cuello. Juro que deseé que nos quedáramos congelados para siempre en aquel instante, dando vueltas en un salón olvidado, escuchando la misma canción y desgastar el suelo con nuestros movimientos. Deseé cerrar los ojos, pero sabía que si lo hacía no podría recordar más tarde tu mirada. Tu mano acercándome más desde mi cintura, parecía que estábamos destinados a encajar de aquella manera. Entonces cerré los ojos a pesar de prometerme no hacerlo, y cuando los abrí lo único que pude ver fue el techo de mi habitación, la oscuridad de la noche y recuerdos emborronados por mis lágrimas.

24 de diciembre de 2013

Cosas que pienso al mirarte a los ojos.

Es tan sencillo como que llegue alguien, más guapo, más gracioso, más amable, más "especial". Es tan sencillo como que las semanas pasan y no se qué hacer. No es tan complicado como para decir que de alguna manera siempre me lo espero pero es tan complejo que ni yo te podría decir por qué. 
La cuestión es que estoy cansada de que las cosas no sean fáciles para mi y "sencillas" para el resto del mundo. No se que hacer conmigo misma porque siento que estoy en medio de algo y no se a cual de los extremos dirigirme. Aristóteles se equivocaba al decirme que la felicidad se alcanzaba al aplicar el justo término medio porque ahora mismo no me siento muy eufórica.Y no hago más que repetirme a mi misma lo estúpida que soy y lo mal que hago las cosas, no hago más que recordarme que a gente como yo no le pasan cosas buenas si no que están condenadas a cagarla continuamente. Supongo que serán las cicatrices que no dejan que vuelvan a herirme, será mi cabeza que tiene demasiado con estudiar Historia o quizás sea simplemente cuestión del karma. 

15 de diciembre de 2013

No llegué a conocerte hasta que me dí cuenta de que ya no estabas a mi lado.


Imperfect | via TumblrUna noche, no pedimos mucho más...pero resulta irónico que para ti fuera la última y para mí solo el principio de "algo". No nos conocíamos, eso me parecía a mí. Mis ojos me decían que estabas aquí pero mi corazón sabía que ya te habías marchado. Tumbados uno contra otro sobre el polvoriento suelo, mirándonos con una chispa infantil en los ojos. ¿Quién eres? ¿Quiénes somos en realidad? No llegué a preguntarte, tendríamos más tiempo para aquello...creía que lo tendríamos. Unas lágrimas se escaparon, no de mis ojos si no de los tuyos, ¿por qué no me lo dijiste? Seguimos aún así tumbados, uno contra otro bajo un cielo para ti desconocido mientras escuchábamos los latidos de tu corazón a través de mi radio. Tu y yo, no se me ocurría algo más perfecto. Pero mirabas a las estrellas como yo deseaba que me miraras a mi. ¿Cómo nos conocimos? No era importante, me golpeaste como si fuera uno más de tus demonios, pero resultó tener el efecto contrario, no te olvidaré aunque ya ni mi cabeza te recuerde. Y pensar que estaba dispuesta a viajar hasta la mismísima Agartha para recuperarte. Y pensar que me equivoqué al creer que era el principio de "algo". Una noche, una noche en la que llegaste sin decir adiós y te fuiste diciendo hola.