28 de septiembre de 2014

Sink or swim?




¿Azul, verde, o solo reflejo? Flotaba sobre la nada, inmensamente inmensa, el horizonte lo marcaba la marea, la Luna subía y bajaba desde el cielo para sentirse menos sola. Las estrellas se reían de ella, por ser la más pequeña, y además la abandonada por excelencia del Sistema Solar. Lloraba a la gravedad pidiéndola encontrarse con su amigo el mar. Suplicaba por chocar con el Sol, pero los años luz jugaban con ironía sobre ellos.

¿Azul oscuro o negro? Flotaba sobre una superficie irregular, para ella inefable, una línea oscura al fondo, dibujada por las propias olas. Tumbada mecida por las idas y venidas de alguien más grande que ella. Helada de frío, pero con los pelos de punta por las vistas. Los ojos bien abiertos, a pesar de la sal, a pesar del escozor en cada pestaña. Las piernas hormigueantes, el cuerpo casi muerto, a merced de "lo que ocurra". Aún podía contar, contaba los segundos por miedo a no llegar a los minutos. "¿Nadar o hundirme?" En algún lugar alguien la había olvidado. Su cuerpo simulaba una estrella de mar, pero ojalá pudiera recomponerse después de haber llegado a estar tan rota. ¿Nadar o hundirse? Podría simplemente quedarse ahí para siempre, ¿nadar o hundirse?
Y elevó sus brazos, y tocó la Luna.

Siempre hay esperanza.

24 de septiembre de 2014

Anatomía de una extraña.

Se mira al espejo. Ojos redondos, pequeños. Nariz, aire dentro, aire fuera. De repente para. Suelta un gran suspiro. Aire dentro otra vez. Y abre la boca, y vuelve a dejar que el aire escape, deja que sus dientes arañen el dióxido de carbono, dejando su marca en el mundo. Barbilla, baja, indecisa. ¿Qué debería hacer ahora? Sus manos caen muertas a ambos lados de su cadera. Y se mira a sí misma. Como si estuviera mirando a través de la ventana. Y comisuras hacia abajo. Y mejillas manchadas de negro, pupilas a juego. Juega a adivinar cuanto más podrá aguantar así. Mirándose. Pecas, lunares, arrugas. Cicatrices del tiempo, marcas de nacimiento.

 ¿Por qué es tan duro? 
¿Por qué siente la necesidad de apartar la mirada? Mirada. Mirarse. No hace más que mirarse.
 Pero es como si no fuera un espejo. Es un cristal. Una extraña la observa.
 ¿Quién eres? 
 No sonríe.
¿Quién eres?
 Su pecho se hunde y aumenta de golpe. 
¿Quién eres?
 Aprieta los puños.
 ¿Quién eres? 
Coge las tijeras.
 ¿Quién soy? 
El espejo se rompe.

12 de septiembre de 2014

Y no sé si quiero llorar o romperte la nariz.

¡WOOOOOO! Qué ganas de descargar mi rabia contra la pared. Qué mundo lleno de gilipollas. De falsas esperanzas y guiones descargados en el Rincón del Vago. Ug. Si pudiera ir, y darte lo que te mereces. Si pudiera demostrarte lo imbécil que eres. Y por desgracia seguirás con tus sonrisas encantadoras, brillando allá a donde vas.
No sé como siempre acabo metiendo la pata en el mismo hoyo (absténganse de mal pensares), parece que mi subconsciente lo va buscando, será que le gusta hacerme sufrir. Quizás estoy hecha para sufrir, quizás soy una masoquista de mierda. O el mundo está lleno de gilipollas. Sí, creo que eso ya lo he dicho. Será verdad entonces. ¡Ah!

No. No. No. Por favor no. No quiero derrumbarme. ¡Qué alguien haga algo! Me muero.