22 de diciembre de 2015

Y si sonríes no pares.

Hola bonita.
Ya sé que esta no es una manera muy emotiva de empezar,
pero lo último que quiero ahora es que te me pongas a llorar.
Y si lo haces, límpiate esos ojitos marrones,
y sonrieme una vez más.
Y si sonríes, no pares,
ilumina las habitaciones de ese hospital,
demuéstrales a todos que eres capaz,
que tú sola no, pero lo vamos a superar.
Que sigues siendo todo lo que eras antes,
incluso ayer lunes, y hoy martes.
Que esta canción no tiene letra porque está esperando a que la cantes.
Como lo hacíamos antes.
Que aquí somos pequeñas, pero juntas nos hacemos grandes.
Y si hago esto,
no es un gesto.
Te quiero y espero,
que sepas que por ti apuesto.
Yendo arriba y abajo toda una vida,
y aquí seguiremos, que aunque esté jodida,
espera, que en nada viene la subida.
Ahora cierra tus ojitos y siente el viento,
no se tú pero yo ya lo siento,
y no te preocupes yo ya me encargo de sujetar el mundo,
que sé que volverás en un segundo.

20 de diciembre de 2015

Despertarse a las 8 un domingo.

Y no se de qué me quejo, porque no tengo ningún derecho. Mis problemas no son ni una cuarta parte de los tuyos.
¿Por qué me enfado? Porque de vez en cuando sí que me dejo llevar por lo que llevo dentro y.
Tengo algo en mi interior que me oprime los pulmones.
Lo siento, no quiero hacerte sentir mal. No es que menosprecie mi vida, de verdad, pero sí que hay veces que no aguanto más. ¿Eso es normal no?
Otra vez igual. Perdona, soy una egoista de mierda. Cuando tú, en fin, ya sabes. Y ella también, y ellos. Todos menos yo. No tengo razones. 
Lo digo de verdad, si estoy escribiendo esto es para que me disculpéis si digo algo demás, no era mi intención. 
Lo siento, una vez más.

29 de noviembre de 2015

Quítamelo.

¿Qué pasa? ¿Desde cuando dos y dos han pasado a ser cinco? ¿Quién se ha llevado el aire? ¿Dónde está mi norte? Y todo estaba en orden. El imperfecto pasa a presente. Y ahora soy caos. Soy enredos, frustraciones, insomnio. Un bulto en una superficie lisa, y que no puedes escurrir. Impotencia y quedarme con las ganas, una vez más. Y cuando llegas hasta la cima, lo único que te queda es descender. Se me acumulan las pendientes, estoy perdiendo la perspectiva, me olvido de si en realidad sigo cayendo. Tengo las manos llenas, pero los dedos débiles, y las muñecas tiemblan. Entre tanta indeterminación se resbalan las intenciones. Digo que estoy cansada y que necesito descansar, pero solo descanso. Mis ojos siguen cerrados. Veo sueños fundidos con un fondo negro, y no puedo enfocar. Las ideas están borrosas, me estoy perdiendo. Siempre estoy perdida. 

No hago más que leer el párrafo anterior y me doy cuenta de que mi caos ya sale a la luz, que digo cosas sin sentido alguno. Tal cual han salido de mi las escribo y no se me podría ocurrir palabras más claras para demostrar que no tengo nada claro. Que mis pensamientos se pelean unos con otros pero siempre acabamos empatados. 

Dios, que dolor de cabeza.

22 de noviembre de 2015

Para cuando vuelvas del partido.

Sinceramente no sé como empezar esto, de verdad. 
Pero pienso en la manera en la que sonríes, y en la que sonrío yo, entre beso y beso, cuando se nos cuelan las palabras, y no sé, quiero llamarlo inspiración. No quiero pasarme con estas cosas, porque me gusta ir poco a poco. Y dejar que nos descubramos, y que te aprendas mis gestos tan bien como yo memorizo el número de veces que me miras. Y por favor, que no se acabe la ilusión, los nervios minutos antes de verte, las ganas de ser yo misma cuando estamos solos. Que Madrid siga siendo un desconocido, perderme de tu mano, y que seas tú el que nos encuentre, 
Eres tú la razón de los céntimos que tiro en café, los "quédate" que ni tú sabes que pronuncias, pero que yo uso como excusa para aguantarme el sueño unos minutos más. Y ya sé qué pasa cuando deja de llover. Y eres tú. 
Doy gracias a las casualidades, a querer las cosas con muchas ganas. A pasarme la vida sentada en la silla de una cafetería y a que dos extraños puedan llegar a ser nosotros. 
Ojalá tenerte más cerca. Ojalá más tartas de queso y perder últimos trenes sin preocupaciones. 
Ojalá más tú, durante un tiempo.

14 de noviembre de 2015

Viernes trece.

Miraba como el sol descendía y se escondía tras los edificios, como sus rayos se agarraban a las ventanas de los cristales, a las sombras de las farolas, que estaban por ser encendidas. No había estrellas, pero los colores bailaban manchando el cielo, confundiéndose y perdiéndose en direcciones equivocadas, tiñéndolo todo de negro. Él dibujaba círculos en la palma de su mano, y sonrió cuando finalmente sus ojos se centraron en su sonrisa. Sus pupilas chocaron de pura casualidad.

El frío se colaba entre capas de ropa, manos se hundían en las mangas de una chaqueta no muy útil. El frío, y sus pensamientos, lo único que podía permitirse. Se preguntó como había acabado así, en la calle. Qué fue lo que le empujó por la puerta, quién le hizo cerrarla de un portazo y por qué estaba abandonándolo todo de esa manera. Y vio a la gente, todos viviendo, respirando los mismos minutos que él, pero de maneras distintas. Y suspiró, para después acoger el aire entre sus pulmones de nuevo. Pero no logró nada. Pensó en lo que había dicho, y en lo que quisiera cambiar. Pensó en sus errores y el peso que encorvaba sus hombros. Una lágrima y el suelo chocaron de pura casualidad.

Alcohol. Los recorría de arriba a abajo, cóntandoles mentiras, obligándoles a soltar verdades. Vagabundos, pero jóvenes y con miles de exámenes por delante. Se tambaleaban de bar en bar, dejándose convencer por los precios de un trozo de plástico, mezclando sus promesas en cristal. Todo daba igual, el mundo no existía más allá de sus ombligos. Y así estaba bien, todo iba bien. Pasos en falso jugaban una mala pasada y veían como el dinero se filtraba en la ropa de otros. El vodka y una camisa chocaron, una vez más, por casualidad.

Nadie se lo esperaba. Cuando todo se hizo caos y silencio a la vez. Cuando algunos no pudieron continuar sus comienzos, acabar lo que habían empezado, o simplemente seguir existiendo. Cuando todo se volvió negro, y no fue culpa del atardecer. Cuando algo explotó. Y sus vidas chocaron, por pura causalidad.

2 de noviembre de 2015

Oscurecimiento a la Luna.

Y entonces sales, y lo ves. Perfectamente alineados, arropados por una manta de nubes tristes, grises,
que acumulan días de tormenta en sus vapores. Y ella es pálida, sin color, tan solitaria que solo su luz la rodea.
Brilla entre la oscuridad, como si nada le importara, como si supiera que en realidad no pertenece a aquel cielo azul oscuro, como si todos esos astros se encontraran a miles años luz, como si no la tocaran. Y sí, nada le importaba.
Te juro que es preciosa, llena de cicatrices poniendo acentos a sus curvas, lagos vacíos que se llenan solo con polvo olvidado en sus dunas. Y reluce, esa mueca en su sonrisa, reluce. Y no para.
Gente la observa y la confunde, no saben quién es, o por qué está ahí. ¿Quién la puso ahí? Algún loco enamorado la dejó olvidada, pensando que ya tendría tiempo de volver. Pero sonó estúpido volver.
Individual flotando en la nada, inmensa como ella misma, sin embargo tan insignificante que solo algunos la pueden ver de verdad. Los románticos, los que se esconden tras la noche, las farolas de una calle perdida. Y los que se olvidaron de que no estaban solos.
Ahora el amanecer la quema, arde en sus llamas y la envuelve en su fuego. Sangra, sangra por cada una de sus heridas abiertas, incluso algunas cerradas que no curaron del todo. Pinta de rosa, de naranja, sobre un lienzo celeste, un invitado que nunca fue deseado. Pero ella sonríe. Y más. Y silenciosamente, para que pocos la oigan, gesticula un adiós.
Y ya no está.

17 de octubre de 2015

Algún día entenderé por qué nos sustituimos cuando no podemos completarnos.

Hay días en los que pienso que estoy bien, y que el tiempo ha dejado de erosionarme.
Otros recuerdo que hasta a las piedras las puede el viento. Y que eso del autoestima, solo son los padres.
Y ella es tan bonita...
Y combináis como el azul oscuro y las estrellas.
Mientras yo conjugo mis cafés con ojeras,
y noches en vela.
No puedo evitar que el verde asome por mis mejillas,
cuando eras tú el que las pintaba de rojo, 
cuando ahora es ella quien escribe sobre tus ojos.
Y qué si me siento engañada.
Toda la mierda que memorizaba,
la que soltabas por esos labios, 
para ti no es nada.
Para ti no soy nada.
Soy pasado, soy arrepentimiento. 
Otra más, colocada en las estanterías. 
Y reías,
Cuando te decía que me olvidarías.
Reías.
Mentira, joder, mentira.
No "podemos seguir hablando", 
no cruzarás océanos volando, 
no quieres seguir siendo mi amigo,
nunca te quitaste tu abrigo,
si hacía frío, si temblaba,
nada.
Para ti no soy nada.
Como los demás,
pero ella es diferente, 
como me decías siempre,
cuando te preguntaba si podía perderte,
cuando supe que dejaba de tenerte.

Sin embargo era yo el sujeto de todas tus oraciones.
¿Y quién escuchará ahora nuestras canciones?




25 de septiembre de 2015

She walks in the sun cause she is cold inside.

       Mira hacia abajo, el cielo es demasiado azul para sus pupilas. Sin embargo sonríe a los extraños, los artistas de la calle, las pequeñas maravillas del pavimento, las hormigas en fila india, a aquel coche que le ha cedido el paso. Teme que se le olvide, que se le congelen las comisuras en esa constante mueca de angustia. Así que aprovecha, y sonríe.
       Nunca está en casa. Siempre la verás por los paseos, fuera, dando vueltas en círculos. Con amigos, rodeada de gente. Y da igual quién sea, dónde sea, la encontrarás allí, escuchando o haciéndose escuchar. Y nunca está sola, porque entonces se encontrará consigo misma.
      Dicen que escucha música demasiado alto, que además no hacen más que gritar. Siempre tienen que avisarla con pequeños golpes en el hombro, decir su nombre hasta que se de cuenta de que la llaman. Pero es que todo lo demás en su cabeza también la llama, de todo menos por su nombre. Y nada puede pararlo, no se callan, voces grabadas sobre sus tímpanos, distorsionando las letras de cualquier canción.
      Y nadie sabe qué es lo que pasa cuando desaparece, cuando no contesta a los mensajes, no habla, se encierra en medio de una conversación, o cuando aparece el vacío en sus iris. Nadie sabe por qué a veces parece tan distante, alejada,
no perteneciente a aquel momento, aquel lugar.
Pero es que ella tampoco.

"She walks in the sun cause she is cold inside.
She wears black to reflect all her colors.
And the sleeves of her sweatshirt cover her hands just like he used to."

12 de septiembre de 2015

Directamente desde mis intestinos.

No sé que estoy haciendo con mi vida, ni qué es lo que me pasa. Me levanto sin ganas de empezar, porque las sábanas eran mis únicas amigas y hasta ellas se han puesto en mi contra. No hago más que dar vueltas en el insomnio buscando razones por las que salir, o intentando que algo haga que me quede. Y es que es horrible. No puedo dormir, y cuando duermo, no veo más que la posible materialización de mis pesadillas, y es todavía más horrible. Ya no sé ni qué les pasa a mis sueños.
Me siento tan sola, tan rodeada de gente, pero tan sola. No es culpa de los demás, obviamente, ellos no se merecen nada de lo que estoy diciendo hoy. Es la burbuja en la que me he empeñado en construir a mi alrededor, en el chaleco antibalas que me protegía de los demás. Porque no hago más que huir de las complicaciones, de dejar a un lado cualquier cosa que podría suponerme el más mínimo esfuerzo. No sé que hacer, no sé como estar. No sé como ser útil, quiero serte útil, de verdad.
Soy tal desastre, un cúmulo de cosas pendientes, rotas, derramadas, olvidadas, soy las motas de polvo de un desván olvidado, y ya ni yo me recuerdo. Hoy me faltaban razones para salir de la cama. Aun así salí. Y me siguen faltando razones para quedarme fuera. Quizás un par de tonterías más que soltar a un par de anónimos. Y ya.
Y es que me siento tan... No pido nada porque se que no tengo el derecho. Aun así me abruma este silencio, me he quedado sin voz.
Solo necesito un cambio, y motivos por los que intentarlo.

10 de septiembre de 2015

Tengo una duda.

No me explico como la inspiración puede venir un jueves a las cuatro de la tarde, un 10 de septiembre. Tampoco me explico cómo es posible que al leer tu nombre no sepa si llorar o reír, si estudiar cada letra o retirar la mirada. ¿Y cómo conseguiste cambiar las estaciones de esa manera?¿Cómo aceleraste mis pulsaciones, el reloj y todas sus agujas? ¿Por qué no me explico tantas cosas?Y cuál sería el propósito de ponerte en medio, si en nada te dejaría de lado.

No me explico como algo tan minúsculo duele tanto. Insignificante, como ese brillo en tus ojos al sonreír. Desordenado, como tus rizos tratando de ponerse de acuerdo con la dirección. Microscópico, como los silencios que llenaría a besos.

Es la impotencia constante de querer dejarlo, pero echar más madera al fuego, ver como las chispas me van quemando las manos, y que poco a poco me de igual. ¿Por qué eres todo lo que necesito? ¿Por qué un tercio de ti equivale quedarme sin las ganas con alguien más? Y nuestros problemas tienen mucho más sentido que el resto de incógnitas en todo este caos, eso es lo que más me asusta.
Algún día, cuando desaparezcas de mi vida, aparecerán todas las soluciones que no se atrevían a asomar por mi almohada,

y me explicarán cómo.

29 de julio de 2015

A ti que me estás leyendo.

A lo mejor es porque es temprano y me siento un poco más optimista de lo normal. O a lo mejor sé por lo que estás pasando y no quiero que te enfrentes a algo así por tu cuenta. Tienes todo lo que necesitas para ser feliz, aun así te empeñas en hundirte y cavar tus propios hoyos, pero es que siempre ha sido más fácil bajar las cuestas que subirlas. Quieres gritar, mandarlo todo a la mierda, dejarte los nudillos en el gotelé de las paredes, destrozar los centímetros entre tú y las sábanas, humedecer el colchón y secarte la garganta a gritos.

Hay salida, siempre la hay, y en algún momento la encontrarás. Yo estoy aquí para ti, para recordarte que nadie es perfecto y que todos acabamos cosiéndonos las heridas, que yo también tengo las rodillas rasgadas y muñecas torcidas. Y que todavía tengo un par de huesos intactos, otros cuantos en rehabilitación. Tenemos todos el mismo derecho a sentirnos atrapados, no reprimas esa angustia porque eso no es lo que te estoy tratando de decir. Hagas lo que hagas asegúrate de que no te has dejado ni una sola lágrima sin caer, ni un solo sollozo entre tus paletos, todos somos humanos, todos nos hemos ahogado en nuestra propia saliva.

Así que espera a que venga la tormenta, y que todas esas nubes se materialicen en césped mojado y el olor a lluvia, en respuestas a todas tus preguntas. Alguien te escucha y no estarás solo cuando decidas despertarte. Y ya sé que es lo típico, que todos lo hemos dicho alguna vez pero, puede que esta no sea tu semana, sé que será tu año.

25 de julio de 2015

(no title)

Llevo tanto tiempo buscándome, quizás hasta he acabado más perdida que al principio. He ido, vuelto, huido, encontrado, perdido, mentido, prometido...y otros tantos participios que ahora son inútiles. He ahogado penas en páginas en blanco y un par de teclas, sin embargo siempre salen a flote. Lo que sube siempre baja, y aquí estoy yo, desafiando la gravedad, quién es más fuerte, o quizás más cabezota. Hoy es uno de esos dias en los que todas mis virtudes se convierten en tormentos y los demonios que había enterrado salen a jugar al escondite. Están contando mientras yo busco un refugio, una cama, un armario, puede que una bañera, lo que sea que me oculte, por un tiempo. Porque nada es para siempre y algún día nos estamparemos, algún día volverán a devorarme y será como siempre. Luego seré yo la que cuente, los segundos, minutos, días que tardaré en ser la misma, en darles una oportunidad a mis tormentos. Pero ahora están cerca, y me he cansado de negar sus afirmaciones, responderán a todas mis interrogaciones. No hay nada más sincero que un punto a parte, y lo que pienses al final del día.

23 de julio de 2015

Entre el corazón y la cabeza me dejé llevar por el estómago.

Dime que solo yo, que sé cómo hacerte sentir de esa manera. Dime que soy especial, que me has buscado y no has logrado encontrarme. Corrígeme, porque creo estar equivocada. Es erróneo que nos hayas superado, ¿es todo mentira no? En realidad somos como la Luna y el Sol, reemplazando el uno al otro. No sé lo que piensas, ¿pero seré yo tanto como tú eres mio? Mis pensamientos. La única parte de ti que me queda, la única que puedo decir que me pertenece. Y he visto que te has mudado, ya no te encuentro donde solía encontrarte. De hecho, no hago más que encontrarme, estamparme contra estas paredes. 

Dime que no me has olvidado, las canciones que escuchábamos juntos siguen reproduciéndose. Dime que el tiempo ha pasado pero que no ves venir el día en el que estemos en la misma habitación. ¿Estabas bromeando verdad? Cuando dijiste que tenías los ojos puestos en otra. ¿Verdad que sí?

Al menos te pido que me des tiempo. Que me decepciones con cuidado, despacito, porque estoy frágil. No tan frágil como para salir volando de aquí, ojala. Sí lo suficiente como para que me cambies de sitio y desvanezca en el intento. Avísame, que suenen las sirenas, no me importa si estoy durmiendo. Demasiados simulacros me han dejado con insomnio. Estoy lista. Así que decepcióname. 

11 de julio de 2015

With or without you.

Todo estaba borroso, suele pasar cuando dejas las cosas claras. Me dolía el pecho, quizás porque no paraba de subir y bajar arrítmicamente, sin sentido. Mis dedos temblaban, te buscaban. Y solo tocaban aire, un fantasma que mi memoria se empeñaba en revivir. Se me olvidó. Se me olvidó todo lo que temía olvidar y mis pesadillas vinieron a convertirse en realidad. No quiero no estar a tu lado. Ven. Quédate. Vete joder, vete de mis costados, de mis mañanas y mis noches. 
Negaba con la cabeza lo que una vez acepté de corazón. Cerré los ojos por miedo a abrirme y salir herida. Y me di la vuelta, te di la espalda. Mis dedos temblaban, buscando mis manos. Y así me escondía. De la verdad, de lo que sea que me había golpeado tan fuerte.
Lloré, coño, lloré como una niña pequeña, como las nubes cuando no pueden ver el sol, como cuando escuchas esa canción un domingo, como yo sin ti para siempre.

18 de junio de 2015

C'mon skinny love, just last the year.

Por qué hiciste esto.
Sabías que nos estrellaríamos y aún así seguiste adelante.
Seguiste conduciendo, destino fatal.
Y no quiero estar aquí.
Quiero saltar por la ventana.
Y quiero olvidarme de ti.
Pero no puedo.
Vete de aquí.
No te quiero aquí dentro.
No eres bienvenido.
Vete.
Velocidad de vértigo, me caigo.
Ya nada está claro.
Solo veía como nos estrellábamos.
Y batió sus alas, queriendo volar.
En algún momento se rompió.
Se rompieron al estrellar.
Ella se quebró en pedazos.
Y él ha desaparecido.


13 de junio de 2015

Let the flames begin part III: You are low on gas and I need a jacket.

Hoy estoy aquí, en mi cama, échandote de menos, no menos que ayer, ojalá no más que mañana. Porque tengo miedo de que nos perdamos en los kilómetros, en el océano, tengo miedo de siete horas de diferencia. Sé que me olvidarás, sé que hay cosas destinadas a quebrarse, y mientras tratamos de recoger los pedazos. Pero dicen que esto siempre es dolor alargado, que al final siempre se sufre, no hay finales felices en la vida real. Ojalá vinieras, ojalá me hicieras sentir que nada de esto es importante, que solo me estoy comiendo la cabeza. Sin embargo, miles de aviones volando y ninguno ha visto pasar tus hoyuelos por sus ventanas. El tiempo me está matando, cada día siento que algo dentro de mi desaparece. Como el sonido de tu voz, tu risa, caminar a tu lado, tú besándome la punta de la nariz, o quizás yo jugando con tus dedos. Vaya a donde vaya hay algo que me recuerda a ti, que no estás aquí. Y no sé qué hacer, quiero olvidarte porque esto no es sano. Y la otra parte de mí grita que eres demasiado para que olvidarte sea suficiente, que te deje estar en un rincón de mi pecho y ver lo que pasa. Con el tiempo. El tiempo me está matando. Porque encontrarás a otra. Más guapa. Más graciosa. Más adecuada. Más cerca de lo que yo nunca estaré. Porque olvidarás el color de mis ojos, porque esta tortura se acabará, porque estamos colgando en el espacio buscando una manera de no decir adiós, pero sabemos que hace frío.

3 de junio de 2015

Cuando te pones a escribir porque sí.

Hago cosas de las que me arrepiento al instante,
como cuando me dejo llevar,
como cuando cojo un trozo de tarta y no lo termino.
Como cuando soy yo misma.
Como cuando soy estúpida.
Decirte alguna tontería,
y ser yo la que acabe tonta.
Cuando rio demasiado y me ahogo.
Cuando te cuento algo que es secreto,
cuando debería seguir siendo secreto.
¿Por qué me esfuerzo tanto por no arrepentirme?
Ojala fuera todo más fácil.

Hoy habrá luna llena,
pero es de día,
así que bajo las persianas
y pretendo que no estoy aquí.

16 de mayo de 2015

Let the flames begin part II.

Solo unos minutos más y el sol habrá desaparecido. Rosas anaranjados juegan a ser azules, mi pulso corre con el tuyo, ¿cuál va más rápido? ¿Cuál logrará escapar de esta jaula echa de huesos y esperanzas falsas? Ojalá supiera congelar el tiempo, ojalá pudiera parar las nubes y las hondas del agua. Sombras dibujan nuestra silueta, para ellas parecemos ser solo uno, y ojalá fuera verdad que no todos los imposibles son inalcanzables. Apoyo mi cabeza sobre tu hombro y me da la sensación de que es así de sencillo cuando encajamos.

El sol se está yendo y yo no estoy lista para decirle adiós. Las llamas que había empezado están por extinguirse y me he dejado la chaqueta en casa. Hará frío, hará mucho frío durante un tiempo. Nos acercamos un poco más porque parece lo correcto, porque nunca he disfrutado la distancia. Quiero jugar pero sin que nos hagamos daño, quiero quedarme aquí para siempre porque no necesito más que esta taza de té y tu brazo sobre mí. El viento no me enreda tanto como tú, pero aún así le dejo que piense que nos disturba. Este será mi pequeño secreto, y no se lo diré a nadie.

Será mi secreto como el sol se fue y quise algo más. No se lo diré a nadie porque me da miedo que me juzguen, me da miedo que el suelo se rompa bajo mis pies y sea el acantilado el que caiga por mí. Tu mano en mi barbilla, como si lo tuvieras ensayado, yo paralizada. Te acercas a mi y siento este paréntesis y aquellos dos puntos a parte. No es justo pero no puedo hacer reclamaciones. Quiero acercarme más pero no hay distancia que restar. Y ojalá pudiera congelar estas llamas, porque me alegro de haberlas empezado.

14 de mayo de 2015

Waiting between worlds I am lost.

No sé que es sueño y que es realidad, no sé cuando este sinsentido acaba y cuando se supone que debo usar la razón. Estoy exhausta, no muevo mis músculos, no siento nada. Todo está borroso, no puedo ver. Quiero huir, quiero desaparecer, quiero morir. Si esto es un sueño, quiero despertarme. Si no lo es, prefería estar soñando. Algo me oprime el pecho, pero puedo respirar bajo el agua. Lo he probado, pero mis pulmones no se inundaban, mis ojos no se irritaban. Solo quiero que esto acabe, quiero que este agujero negro desaparezca. Llévame contigo, hundirme en tu profundidad, ahogarme por fin en la depresión. Y acabar. Solo quiero que esto acabe, como si ello implicase tener que decir adiós. Me dan igual los finales tristes, me dan igual las despedidas, solo quiero que llegue ya. Por favor, esta espera me está matando. Que pase lo que tenga que pasar, que el que llora el último sufre mejor. Esto es tan irreal, tan surrealista, tan estúpido, tan deprimente y absurdo. Esto duele tanto, me agota tanto, me está matando. Tu veneno me está matando. Tiempo, tus agujas me están apuñalando. En la cara, por la espalda, sigue doliendo. Estoy sangrando, mira como pierdo las ganas. Caigo al suelo pero no me levanto. Mis rodillas no pueden más, no pueden sostenerme. Mi cabeza desaparece, mi estómago no hace más que dar vueltas. Todo da vueltas. Cierro los ojos pero me da miedo abrirlos, porque puede que no despierte. Puede que esto sea un sueño. Puede que soñar sea sinónimo de vivir. Puede ser que nos hayan engañado y no haya ninguna diferencia entre ser consciente y no usar la cabeza. Puede pasar que en realidad no existamos y solo seamos irrealidades flotando, chocando unas contra otras. Que en realidad solo soñamos.

26 de abril de 2015

Let the flames begin.

Ten cuidado y no caigas.

Porque estas jugando con fuego y te vas a quemar. Y estás tan cerca, estáis tan cerca. Tan cerca del precipicio. Te asomas al abismo y no te asustas, ves todo lo que te rodea caer pero tu sigues colgando de un hilo. Vas a perder más de lo que estás ganando, ¿no lo ves?
Pero merece la pena, repites. Merece la pena cada segundo que pasas contemplando aquel paréntesis con dos puntos y a parte. Por fin has encontrado un lugar donde te encuentras a gusto, por fin tienes las respuestas para todas tus preguntas.
Abre los ojos y no caigas. Él es el fuego, él es el precipicio, él es lo que podría estar bien pero que acabará mal. Él será la brisa que se convertirá en tornado. La tormenta que te dejará con insomnio.



Despierta, estás cayendo.
No es un sueño. Tampoco un simulacro. Aún así deseas que esto pudiera ser real. ¿Por qué tiene que ser tan difícil? Ojalá todo fuera igual de simple que dejarse llevar, y cerrar los ojos, y caer. Porque sientes ese vacío, ese hormigueo en el estómago, esto es caída libre.
Sin paracaídas
.

6 de abril de 2015

Allegory of the cave

Plato was right. The chains irritated my wrists, my neck was numb because I have always looked at the same place. And the voices in my head scream that I should turn around, they tell me to wake up. But I am too stubborn, I am still looking at the same wall. The shadows are moving back and forth, then they disappear. I don't know from where they come from, or why they are here, but this is the reality I care about. 
     We are just images, we show what everybody wants to see. We talk about what we think is interesting, we take pictures so we will have hundreds of likes. We are smokescreens in a building in flames, hiding debris and broken tiles. We build paper figures, folding the corners. And we act like characters in a play, a play that is not being seen. We are the shadows in the cave, just a little part of us because we were too scare of exhibing the whole thing.
      Maybe the problem is not in how we are seen, but in how we see ourselves. Maybe we should start to respect that "whole thing" and give it a chance. Maybe we should stop acting by what the rest would like and just do what makes us happy.
       If not, I don't see the point in living. You are the one who laughs when something is funny, the one who will cry when you are broken. You are the one who will pick up the pieces later, the one who will feel the euphoria in the morning, the one who will dream in the nights. 
      They say that the man in the cave did turn around, and that finally he understood why the shadows never seemed enough.

Alegoría de la caverna.

      Platón tenía razón. Las cadenas irritan mis muñecas, mi cuello está entumecido porque siempre estoy mirando hacía la misma pared. Y voces en mi cabeza me gritan que me de la vuelta, que despierte. Pero soy demasiado cabezota, sigo mirando hacia la misma pared. Las sombras se mueven de un lado a otro, luego desaparecen. No sé de dónde vienen, ni por qué están aquí, pero esta es la realidad que me importa. 
     Sólo somos imágenes, lo que queremos que los demás piensen. Hablamos de lo que creemos que es interesante, hacemos fotos con la intención de ganar varios "me gustas". Somos cortinas de humo en un edificio en llamas, ocultamos las ruinas y los azulejos rotos. Construimos figuras de papel, doblando las esquinas. Y formamos estos personajes en una obra de teatro que nadie está mirando. Somos las sombras de la caverna, solo enseñamos una pequeña parte de nosotros mismos por miedo a que nadie le guste la parte más grande. 
      Quizás el problema no está en como nos vean, si no en como nos vemos nosotros mismos. Quizás deberíamos empezar a respetar a esa parte más grande y darle un poco de crédito. Quizás deberíamos dejar de actuar según lo que agrada a los demás y más bien dejarnos llevar por lo que nos hace felices. 
       No veo sentido si no a lo que es vivir. Eres tú el que va a reír cuando algo te ha parecido gracioso, el que llorará cuando estás roto. Eres tú el que recogerá los pedazos después, el que sentirá la euforia cuando el sol sale por la mañana, el que sueña por las noches. 
      Dicen que el hombre de la cueva sí se giró, y que finalmente comprendió porqué las sombras nunca le habían parecido suficiente.

8 de marzo de 2015

but you're the one who shot me.

¿Por qué siempre acabamos cometiendo los mismo errores? ¿Por qué siempre caemos en la misma piedra? ¿Por qué no aprendemos?

Ojalá pudiera arrancar este bulto en mi pecho. 
Ojalá pudiera olvidar el pasado.  
Ojalá toda esta mierda se fuera de mi cabeza. 
Ojalá fuera alguien diferente.
No sé, ojalá no fuera yo. 
Porque me da la impresión de que estoy destinada a caer.
Simplemente no soy ese tipo de persona que hace todo bien. Lo poco que se hacer es insignificante, solo soy un ladrillo más en la pared, una mota de polvo en un caos increíble. 
Ojalá no fuera tan inútil. 
Joder, soy tan inútil. 
Tan inútil que ni sé como acabar esto.
¿Quién soy?
Y lo peor de todo es que nadie puede contestarme. Moriremos con las ganas de saber. Y moriremos con los ojos cerrados, porque la realidad es demasiado cruel cuando nos toca.
No sé que hacer. Con las manos en puños, y el ceño fruncido, supongo que seguiré caminando.
Ojalá las cosas cambiaran.
Ojalá abrieran los ojos. 
¿En qué me equivoco? 
Joder, me siento tan hundida.
Supongo que eras tú la que apuntaba y yo la que apretó el gatillo.

28 de enero de 2015

De ti, al que nunca hablaré.

Es hora de ir a clase, y todo parece ir bien. El aleatorio está escogiendo buenas canciones, solo queda una hora para que sea la hora de comer, y este es su momento favorito del día. Llega a su mesa de siempre, se sienta en la silla de siempre. Todo va genial, fantásticamente bien. El barro bajo sus manos, amoldando la forma de sus dedos, jugando con él como si fuera plastilina.

Y algo se rompió.

Pero no era la cerámica, ni el cuchillo contra la mesa, ni la punta de los lápices sobre el papel. Era algo dentro de ella.Y miró a su alrededor. Gente y ¿cómo estaba tan sola? Había tanta gente y ¿cómo no se había dado cuenta? Asientos vacíos a su lado, nadie con quien hablar. Risas, gritos, bromas. Pero no salen de su boca, ni son para sus oídos. 

Un nudo en la garganta.

No puede contenerlo. Necesita esconderse. Sus ojos queman, la sal del océano en el que se hunden. Y sus mejillas, rojas, de impotencia, quizá de rabia. Se levanta, tan despacio como siempre, tan invisible como de costumbre. Y abre la primera puerta que encuentra, hacia tierra de nadie, su tierra. 

Ojos oscuros.

Pero no los suyos, esta vez no. Agacha la cabeza, no son conocidos, pero sabe quién es. Él, solitario, impredecible, anónimo. Pero las lágrimas no aguantan más y los sollozos escapan de su boca, necesita huir.

Ojalá.

Ojalá se conocieran. Ojalá pudiera simplemente quedarse ahí. Él había visto demasiado, una parte de ella que nadie conocía, aquella extraña. Y probablemente no pensará tanto como ella recuerda cada vez que le ve. No sabe como sus latidos se pararon, lo expuesta que estaba. Tampoco como se sintió, cuando alguien finalmente puso sus ojos sobre ella, y ese alguien había sido él.

18 de enero de 2015

I hate to see your heart break.


   Era la primera vez en mucho tiempo que nos veíamos. Tu pelo más largo, casi rozando tus hombros, algo de barba en tu mandíbula. Se me había olvidado el color de tus ojos, la piel de gallina al ver aparecer tus hoyuelos. Sentí que el tiempo se paraba, mientras yo poco a poco me congelaba. Parece un sueño. Y parece que flotas cuando te acercas a mí. Y mi cabeza saldrá volando como te acerques un poco más. Sonríes una vez más cuando ves que tengo mis ojos sobre ti, pero aparto la vista y miro hacia el suelo, cuando noto como mis mejillas están rojas. Música al salir mi nombre de tus labios, mis latidos se aceleran.
   No me espero nada. No espero que sientas lo mismo de antes. Sé que hay otra. Sé que la querrás. Sé que no soy nadie. Pero tus labios juegan con mis ilusiones. Y al parecer tus dedos quieren jugar con mi hombro. Al parecer tu brazo está sobre mi. Al parecer me estás abrazando. No te creo cuando dices que me echas de menos. Ni cuando dices que ahora estás más seguro. Sé que no estuvimos hechos el uno para el otro. No puede funcionar. Pero te acercas más a mi y lo que sea que estuviera pensando se desvanece. Por favor no me hagas esto, por favor no me mires así. ¿Estás seguro? Mi nombre una vez más, melodía. Afirmas, yo niego. No te creo. Parece un sueño.
   Nos miramos, yo te observo, tú me devoras, me dejas vacía. Apartas el pelo de mi cara, pero dejas la mano sobre mi mejilla, acaricias mi oreja. No te creo. Quiero creerte pero no te creo. Hay algo en tu bolsillo, ahora está frente a mi. Una carta. Mi letra. Dices que la tienes memorizada, cada coma. Y que también me recuerdas cuando la lees, cada peca. Los centímetros desaparecen poco a poco. Tu ojos son marrones, ahora están cerrados. Los míos abiertos, quiero recordarte así, vulnerable, conmigo, feliz.
Parece realidad cuando la alarma suena. Parece realidad cuando recuerdo que ya no estás aquí.


16 de enero de 2015

Más de un quince.

                  Imagina volar,
tocar el cieLo,
                tUs alas enormes, tapando el sol,
   el viento Susurra que vueles más alto,
             casI puedes rozar las nubes,
y ahora todO se tambalea,
            lejaNas, las golondrinas se ríen de ti,
  como la cEra, tus alas se derriten,
   ícaro, lo Siento mucho.

                     se desvAnece,
 como el agua, se deSliza,
                        quisite Escapar
                                              pero dejaSte todo lo demás atrás.
                                      Ilusiones,
                                        taN subjetivas,
       flotando en el Aire
 pero tan mortaleS.

Quince de enero de dos mil quince.

Caían al suelo, poco a poco, diciendo adiós.
La brisa les acompañaba, a veces hacia arriba, otras hacia abajo.
Caían, poco a poco, agarrándose a las pequeñas motas de polvo que flotaban en el aire.
A lo lejos se oían risas, gente feliz.
Un olor a verano se colaba entre el asfalto y el sol.
Asfalto, duro, oscuro, acercándose.
El sol, infinito, lejano.
Traté de contenerlos en mi mano, eran frágiles.
Se deslizaban entre mis dedos.
Lágrimas.
Finalmente colapsaron contra el suelo.
Mis sueños estaban rotos.