22 de diciembre de 2015

Y si sonríes no pares.

Hola bonita.
Ya sé que esta no es una manera muy emotiva de empezar,
pero lo último que quiero ahora es que te me pongas a llorar.
Y si lo haces, límpiate esos ojitos marrones,
y sonrieme una vez más.
Y si sonríes, no pares,
ilumina las habitaciones de ese hospital,
demuéstrales a todos que eres capaz,
que tú sola no, pero lo vamos a superar.
Que sigues siendo todo lo que eras antes,
incluso ayer lunes, y hoy martes.
Que esta canción no tiene letra porque está esperando a que la cantes.
Como lo hacíamos antes.
Que aquí somos pequeñas, pero juntas nos hacemos grandes.
Y si hago esto,
no es un gesto.
Te quiero y espero,
que sepas que por ti apuesto.
Yendo arriba y abajo toda una vida,
y aquí seguiremos, que aunque esté jodida,
espera, que en nada viene la subida.
Ahora cierra tus ojitos y siente el viento,
no se tú pero yo ya lo siento,
y no te preocupes yo ya me encargo de sujetar el mundo,
que sé que volverás en un segundo.

20 de diciembre de 2015

Despertarse a las 8 un domingo.

Y no se de qué me quejo, porque no tengo ningún derecho. Mis problemas no son ni una cuarta parte de los tuyos.
¿Por qué me enfado? Porque de vez en cuando sí que me dejo llevar por lo que llevo dentro y.
Tengo algo en mi interior que me oprime los pulmones.
Lo siento, no quiero hacerte sentir mal. No es que menosprecie mi vida, de verdad, pero sí que hay veces que no aguanto más. ¿Eso es normal no?
Otra vez igual. Perdona, soy una egoista de mierda. Cuando tú, en fin, ya sabes. Y ella también, y ellos. Todos menos yo. No tengo razones. 
Lo digo de verdad, si estoy escribiendo esto es para que me disculpéis si digo algo demás, no era mi intención. 
Lo siento, una vez más.